Illa ganaría las elecciones pero Puigdemont tendría todas las papeletas para lograr la Generalitat

Como ya ocurriera en 2021, el PSC, con Salvador Illa de candidato, ganaría las elecciones que se celebrarán el próximo 12 de mayo en Cataluña, pero lo tendrá muy difícil para poder formar gobierno. Sin embargo, el prófugo Carles Puigdemont, como cabeza de lista de Junts, tendría en su mano hacerse con el poder de la Generalitat, ya fuera con el apoyo de las fuerzas independentistas o incluso del propio PSC.

Según la encuesta de Target Point para El Debate realizada en los días previos al inicio de la campaña, el PSC se impondría con 38-39 escaños, mejorando los 33 que logró en 2021, pero para gobernar necesitaría el apoyo de Junts o ERC, que ya se lo negaron entonces. De esta forma, volvería a producirse el hecho en Cataluña de que gobernaría un partido que no ganó las elecciones, como ya le pasó a Illa en 2021 o a Inés Arrimadas en 2017.

Quien acumula todas las papeletas para lograr llegar a la Generalitat es Carles Puigdemont, fugado de la Justicia en Bélgica –y ahora en Francia– desde los sucesos del procés en 2017. Junts mejoraría sus resultados de hace tres años y aunaría 34-35 diputados, lo que les colocarían como primera fuerza independentista en Cataluña y le daría argumentos a Puigdemont para autoerigirse como legítimo candidato a la investidura.

Para conseguirlo necesitaría aglutinar el apoyo de la CUP y de ERC, que perdería entre cinco y seis escaños con respecto a 2021 para quedarse en 27-28, o simplemente del PSC, que podría dejar gobernar a Puigdemont si Sánchez lo ordena desde Madrid. Ahí entraría en juego el poder de mando que tiene el prófugo en Moncloa, ya que si el PSC no le da la Generalitat, él podría hacer saltar por los aires la legislatura de Sánchez.

Las fuerzas constitucionalistas podrían ganar algo de peso en el Parlamento catalán pese a la desaparición de Ciudadanos, ya que el PP podría incluso cuadruplicar sus resultados de 2021 y pasar de los 3 escaños que posee ahora mismo a 11-12. Por su parte, Vox perdería solo 1-2 diputados para quedarse en 9-10 representantes. Aún así, sumando el poder de los dos partidos, se quedarían en unos escasos 20-22 diputados de los 135 que componen el hemiciclo.

Según el barómetro de Target Point, Sumar obtendría un nuevo batacazo electoral y empeoraría los resultados de Podemos en 2021. Si el partido morado logró ocho escaños hace tres años, la candidata de Yolanda Díaz se quedaría ahora en seis. La CUP también perdería peso y pasaría de los nueve escaños de ahora a tener 5-6.

Entrará también en juego un nuevo partido que puede tener la llave de un gobierno independentista si hay trasvase de algunos escaños. Con su política separatista y antiinmigración, Aliança Catalana podría hacerse con un diputado en Tarragona y otro en Lérida, aunque existe el riesgo de que se vayan de vacío si no superan la frontera del 3 % de los votos.

El fin de Ciudadanos

Con todo esto y con la esperanza de que la ley de amnistía llegue a buen puerto, Puigdemont podría pasar de prófugo de la Justicia a nuevo presidente de la Generalitat. Es el único candidato que dice conocer el 100 % de los ciudadanos y el que más fidelidad de voto consigue entre sus votantes. El 77,5 % volverán a confiar en Junts tres años después mientras que ERC solo consigue mantener a la mitad de su electorado.

Ciudadanos pierde a uno de cada dos de sus votantes, mientras que el 21 % iría a parar a las filas del PP y tanto PSC como Vox arrastrarían cada uno al 7 %. Eso provoca que el partido naranja desaparezca del hemiciclo después de haber representado durante años el cambio en Cataluña.