Mossos de Esquadra visitando unos ancianos

Mossos de Esquadra visitando unos ancianosMossos

Cataluña

Desmantelada una organización criminal internacional que estafó 2,5 millones de euros a ancianos

  • Se trata de un operativo internacional en el que han participado Policía Nacional, Mossos y la policía portuguesa, y que ha permitido la detención de 54 personas

  • Los detenidos simulaban ser policías o empleados de banca

Agentes de la Policía Nacional, de los Mossos de Esquadra y de la Policia Judiciaria Portuguesa han detenido a 54 personas que, presuntamente, formaban parte de una organización criminal que estafó 2,5 millones de euros a 84 ancianos. Los detenidos contactaban con las víctimas por teléfono y se aprovechaban de su vulnerabilidad. Siete de los detenidos han ingresado en prisión

De hecho, se hacían pasar por un empleado del departamento de seguridad de una entidad bancaria, y les avisaban de que estaban siendo observados por grupos de criminales que querían robarles su dinero. Les atemorizaban durante días con esta afirmación.

A partir de aquí, los estafadores se coordinaban con otros miembros de grupo, a los que llamaban «técnicos», y que haciéndose pasar por falsos trabajadores del banco o por policías, se presentaban en los domicilios de las víctimas. Y una vez en el interior de la vivienda, y con la excusa de que trataban de impedir ese supuesto robo, se apropiaban de sus tarjetas bancarias y el pin de seguridad. Pero también se quedaban con las joyas, dinero en efectivo y dispositivos electrónicos.

Según la policía, estos «técnicos» ejercían una gran intimidación, lo que provocaba que los ancianos se vieran forzados a entregarles sus pertenencias. Y cuando alguna víctima oponía cierta resistencia, no dudaban en utilizar la violencia para llevarse el botín. En otras ocasiones conseguían que las víctimas los acompañasen personalmente al banco para que hicieran trasferencias bancarias hacia cuentas corrientes de la organización.

Fraudes de hasta 400.000 euros a una víctima

Se da la circunstancia de que, en uno de los casos, los detenidos visitaron varias veces a una misma para exprimirla económicamente al máximo. Y así consiguieron quedarse hasta 400.000 euros. En otra ocasión, uno de los detenidos se hizo pasar por policía y se quedó a dormir en el domicilio de la víctima, hasta que pudo abrir la caja fuerte con una radial. Él le explicó que quería llevarse sus joyas a un lugar más seguro dentro del banco. La mujer tenía 74 años y vivía sola.

La investigación empezó a principios del año pasado. Y durante todo este tiempo los agentes han ido tirando del hilo hasta detener a 54 personas. Los jefes de la trama residían en Portugal, y, desde allí, hacían las llamadas telefónicas para contactar con las víctimas. El gran volumen de dinero que obtenía la organización era repartido entre sus miembros, que optaban por diferentes metodologías para blanquear el dinero. A veces se utilizaban «mulas»; en otras ocasiones se compraban productos tecnológicos de alta gama, o lingotes de oro.

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