El primer secretario del PSC, Salvador Illa, en L'Hospitalet

El primer secretario del PSC, Salvador Illa, en L'HospitaletEuropa Press

El laberinto catalán

Los socialistas quieren investir a Salvador Illa el 7 de agosto y gobernar en solitario

Su objetivo, compartido con ERC es tener un documento cerrado el 2 de agosto

Las conversaciones entre los socialistas y ERC para facilitar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat han tomado velocidad de crucero tras el regreso de Marta Rovira a España.

El lunes pasado, la vicesecretaria del PSC, presidenta de la diputación de Barcelona y mano derecha de Salvador Illa, Lluïsa Moret, se reunió con Marta Rovira para ir cerrando flecos. La máxima preocupación en ERC es que el acuerdo sea asumible para sus bases, ya que estas deberán ratificar el pacto.

El calendario hacia la investidura aún permite negociar, firmar y votar durante cinco semanas más hasta el 26 de agosto, pero tanto el PSC como ERC pretenden tener un documento cerrado antes del viernes 2 de agosto, someter el acuerdo a ratificación de los 8.500 militantes durante el fin de semana del 3 y 4 de agosto vía votación telemática y que el presidente del parlamento catalán, Josep Rull, convoque la sesión de investidura el 7 de agosto, miércoles.

Las condiciones del pacto

En el PSC quieren que el pacto incluya la votación en primera instancia, un gobierno en solitario y el compromiso de aprobar los presupuestos para 2025. Este último punto es crítico para los negociadores socialistas, dado que actualmente la Generalitat de Cataluña no tiene cuentas públicas de 2024 en vigor.

Los republicanos, por su parte, han pedido a los socialistas que lleven a cabo diversos gestos hasta el día 2 de agosto con el fin de convencer a sus bases, actualmente muy reticentes de dar su visto bueno a pacto alguno. Hay que recordar que el jueves por la tarde los CDR invadieron la sede central de ERC en Barcelona para pedir al partido de Rovira y Junqueras que bajo ningún concepto pactaran con el PSC.

El PSC ha entendido la petición de ERC y el viernes dio la primera señal al garantizar que el traspaso de Cercanías Renfe se llevaría a cabo desde el 1 de enero de 2025. En las próximas dos semanas se podría anunciar la condonación de parte de los 15.000 millones de deuda que el PSOE y ERC acordaron a cambio de votar la investidura de Pedro Sánchez.

También se podría anunciar en breve el traspaso integral del ingreso mínimo vital –tanto de gestión como económico–, la cesión a la Generalitat del nombramiento de las direcciones de los aeropuertos de El Prat, Gerona, Reus y Sabadell, y el anuncio de la activación del proceso de creación del consorcio tributario con el compromiso de que Cataluña recaudará el 100% de los impuestos.

La estrategia de realizar anuncios cada dos o tres días durante las próximas dos semanas tiene por objetivo vencer la fuerte oposición de las bases de ERC a nuevos acuerdos con el PSOE. Los militantes de ERC creen que su debacle electoral se debe a un exceso de complacencia con los socialistas que ha llevado a que los votantes independentistas valoren el posicionamiento de ERC como blando.

Sin publicidad

Otro tema clave para ERC, del que no se hará publicidad alguna, es garantizar la permanencia de muchos de sus cargos de libre designación en sus puestos, a pesar de que ERC no entre formalmente a formar parte del gobierno. Para los republicanos este tema es fundamental, dado que los altos cargos realizan aportaciones dinerarias de parte de sus sueldos a las arcas del partido, y ERC –tras perder la mitad de sus diputados al Congreso y 13 de sus diputados en el Parlament– están en una situación financiera muy delicada.

Los socialistas han garantizado a Marta Rovira que podrán conservar en sus puestos a todos aquellos que deseen. Es más, en el PSC ven con buenos ojos esta operación, dado que consideran que, si en los segundos o terceros niveles de la administración hay militantes de ERC, a estos les será más difícil hacer oposición desde el Parlament.

En ERC quieren que el PSC gobierne en solitario y, en consecuencia, tampoco quieren que los Comunes-Sumar, a pesar de ser imprescindibles aritméticamente, para sacar adelante la investidura, ocupen cartera alguna.

Las relaciones entre ERC y los Comunes quedaron muy maltrechas tras provocar los segundos la caída del gobierno de Pere Aragonés, al negarse los de Colau y Yolanda Díaz a apoyar los presupuestos de la Generalitat con la excusa de su oposición a la construcción del complejo turístico Hard Rock en Salou.

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