Pedro Sánchez y Pere Aragonès, el 21 de diciembre de 2023, en Barcelona
Política
Los críticos de ERC se reunirán tras el encuentro entre Sánchez y Aragonès para intentar dinamitar el pacto
El presidente del Gobierno y ERC pactan, por tercera vez, ceder el Ingreso Mínimo Vital a la Generalitat
La hoja de ruta pactada en su reunión del lunes de la semana pasada entre la negociadora de la investidura del PSC, Lluïsa Moret, presidenta de la Diputación de Barcelona, y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, está siendo llevada a cabo de forma estricta y sin salirse del guión.
La visita que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, girará este martes al presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, forma parte del plan establecido que debe culminar con el acuerdo entre ambas partes y la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña.
El plan de socialistas y republicanos es vencer la resistencia al pacto de las bases de ERC a base de ir realizando concesiones que ablanden a los militantes de ERC. Primero fue el anuncio, enésimo, de que en enero de 2025 Cercanías RENFE pasaría a ser gestionado íntegramente por la Generalitat. Luego vino el pago de 1.520 millones de euros a cuenta de las deudas del gobierno central con la Generalitat Catalana. Ahora llega la teatralización de las conversaciones.
La reunión de Sánchez con el saliente Aragonés no es una novedad: la última fue el 20 de diciembre de 2023. En este caso, tiene un doble objetivo. El primero es transmitir esa imagen, tan del gusto del independentismo, de bilateralidad en las relaciones entre el gobierno central y el autonómico.
Nada complace más a los independentistas que ver a Pedro Sánchez pasar revista a los Mossos d'Esquadra vestidos de gala y como dobla el cuello frente a la senyera. El otro objetivo es permitir a Aragonés anunciar una nueva concesión. En este caso el caramelo previsto es el traspaso del ingreso mínimo vital (IMV) a la Generalitat.
El anuncio de la nueva concesión lo llevarán a cabo, también de forma bilateral, la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, y el conseller de Derechos Sociales de la Generalitat, Carles Campuzano, en una rueda de prensa solemne que se celebrará, como siempre en las grandes ocasiones, en la galería gótica del Palau de la Generalitat.
El baile de banderas españolas que van y vienen en función de quien interviene es otro clásico esperpéntico de las visitas de los ministros a la Generalitat que tampoco nos ahorraremos en esta ocasión.
A la tercera, ¿va la vencida?
El problema es que está cesión ya fue acordada en la última reunión de Sánchez y Aragonés en los días anteriores a la Navidad de 2023. En aquel entonces se anunció que el traspaso del IMV se materializaría en el último consejo de ministros de 2023, pero ese acuerdo no llego a adoptarse.
En realidad, el traspaso del IMV fue abordado por el PSOE y ERC por primera vez en febrero de 2022 cuando se llegó a un preacuerdo que tampoco se concretó. Nadie sabe predecir si este tercer acuerdo sobre el mismo tema puede ser un nuevo engaño de Sánchez a los independentistas o la culminación definitiva del traspaso.
ERC y el PSC continuarán con su política de anunciar acuerdos, en forma de concesiones a la Generalitat, durante la próxima semana y su plan es anunciar el pacto de investidura los últimos días de la próxima semana para poder proceder a la investidura durante la primera semana de agosto.
Junts confía en las bases republicanas
Mientras Junts prepara un acto el próximo día 27 de julio en Amelie les Bains, un bucólico municipio balneario cerca de la frontera española, en el sur de Francia. Los de Puigdemont centran sus esperanzas en que las bases republicanas tumben el acuerdo.
Las aspiraciones de Junts no son una mera ensoñación. El llamado Colectivo Primer d’Octubre», grupo de militantes de ERC crítico con la dirección, ha convocado una asamblea para el jueves, día posterior de la cumbre Aragonés – Sánchez.
La reunión se celebrará en un ambiente crispado, dado que la dirección de ERC se ha negado a ceder la sede central del partido para la celebración de esta reunión. Aunque la reunión, formalmente, es para tratar la crisis abierta por los carteles sin firma promovidos desde la dirigencia del partido contra los hermanos Maragall, fuentes de ERC creen que será inevitable que en la reunión se aborde el tema de los pactos desde una perspectiva crítica con los mismos.
