Placa con el nombre "Espacio 1 de octubre", en el municipio de Calldetenes (Barcelona)

Placa con el nombre «Espacio 1 de octubre», en el municipio de Calldetenes (Barcelona)Ajuntament de Calldetenes

Cataluña

Más de 150 pueblos y ciudades de Cataluña tienen calles dedicadas al referéndum ilegal de 2017

El delirio nacionalista alcanza del callejero de un centenar y medio de municipios catalanes

La semana pasada, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) organizó una curiosa performance festiva en Tortosa (Tarragona) para rendir homenaje y pleitesía al fugado Carles Puigdemont. Durante el acto, taparon el nombre de la Plaza de España por un papel con el nuevo nombre de «Plaza de Carles Puigdemont».

Es el último de una larga lista de jardines, plazas, calles y lugares varios que han cambiado su nombre y las han rebautizado a partir del 1 de octubre de 2017, fecha fetiche para el nacionalismo catalán por la celebración del referéndum ilegal de independencia.

De hecho, un total de 156 municipios cambiaron el nombre de alguna vía por «Calle del 1 de octubre» o alguna variante, según la recopilación llevada a cabo por el portal Cronovies, que recoge nombres de calles bautizadas con una fecha.

Además, hay otros 12 espacios en los que se aprobó el cambio de nombre, pero que no cuentan a día de hoy con ninguna placa que dé testimonio de ello. Y también se le puso el nombre de 1 de octubre a 21 centros culturales, salas polivalentes, puertas, pabellones, bibliotecas o salas municipales varias.

Un monumento al 1-O

En Olot, detrás del Paseo del Firal encontramos la Plaza del Teatro. En 2018 se erigió un monumento dedicado al 1 de octubre y la calle cambió de nombre por la del susodicho monolito. Este es, quizás, el reconocimiento más exagerado para conmemorar aquel ilegal referéndum.

Monumento "Llibertat" para conmemorar el 1-O en Olot

Monumento «Llibertat» para conmemorar el 1-O en OlotWikimedia

Lo cierto es que a lo largo del año 2018 hubo una avalancha de peticiones para renombrar jardines, plazas, calles… Cuando el ayuntamiento en cuestión era de amplia mayoría nacionalista, no había problema. Otras propuestas quedaron en barbecho al no tener una amplia mayoría la propuesta. Algunos ayuntamientos aprovecharon lugares recién urbanizados para poner este nombre y otros decidieron cambiar los ya existentes.

El primer municipio que lo adoptó fue Vilagrasseta, un pequeño núcleo perteneciente a Montoliu de Segarra (Lérida). Aquí fueron pioneros, pues se adelantaron incluso a la celebración del referéndum y lo hicieron a finales de julio de 2017. El siguiente, ya después del referéndum, fue Sant Julià de Ramis, población en la que tenía que votar Carles Puigdemont. El 2 de octubre se celebró un pleno extraordinario y se aprobó la propuesta por mayoría.

En La Pobla de segur (Pallars Jussà), pueblo natal de Josep Borrell, actual vicepresidente de la Comisión Europea, en su momento le dedicaron un paseo. El ayuntamiento organizó un referéndum para consultar a los vecinos si le sacaban el nombre al hijo más importante del municipio y pasaba a llamarse Paseo del 1 de octubre. La mayoría votó por el cambio.

También causó polémica causó el cambio propuesto en Sant Cebrià de Vallalta (Maresme). Se quería cambiar el nombre de la calle dedicada al poeta Miquel Martí i Pol. Los vecinos se opusieron al cambio y la propuesta de los grupos nacionalistas no salió adelante.

Desaparecen calles «españolistas»

La población de Cervera cambió la calle del duque de Ahumada. En esa calle esta el cuartel de la Guardia Civil, que ese día se convirtió en colegio electoral. En Sant Quirze del Vallès desapareció la calle dedicada a Alfonso XIII, y en Les Borges Blanques, la Plaza de la Constitución.

Gerona decidió cambiar, con los votos de CiU, ERC y CUP, el nombre de la Plaza de la Constitución. Sin embargo, en medio de la plaza encontramos un monumento de Francisco López dedicado a María del Mar Cabeza Catalán, la única niña que nació en Gerona el 6 de diciembre de 1978. Sabadell, con el voto negativo de cuatro concejales de CiU no pudo cambiar el nombre de la Plaza Antoni Llonch, antiguo alcalde del municipio.

Barcelona, al no haber mayorías en el Consistorio, no pudo llevar adelante esta propuesta. Sin embargo, sí existe un espacio privado dedicado al 1 de octubre: el patio central del edificio Jaume I de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), en el campus de la Ciutadella, se llamará Plaza del 1 de octubre, según aprobó el claustro.

El patio está situado en el espacio que antaño ocupaban los cuarteles Jaime I y Roger de Lauria en la calle Wellington. Como anécdota, pocos días después del referéndum un hacker cambió temporalmente en Google Maps el nombre de la Plaza de España de Barcelona por el del 1 de Octubre.

Temas

comentarios
tracking