Protesta de funcionarios en la prisión de Mas d'Enric tras el asesinato de Núria

Protesta de funcionarios en la prisión de Mas d'Enric tras el asesinato de NúriaEuropa Press

Cataluña

El CSIF denuncia que la dirección de Mas d'Enric autorizó que un condenado por asesinato trabajara en la cafetería

El interno en cuestión había sido condenado a 18 años de prisión por asestar 30 puñaladas a su víctima

Hace seis meses que se produjo el asesinato de Núria, la cocinera de Mas d'Enric (Tarragona) a manos de un preso condenado por matar a cuchilladas a una mujer. Entonces, los trabajadores de prisiones denunciaron esta situación, que presos peligrosos pudieran trabajar en determinados ámbitos con acceso a utensilios peligrosos.

Y ahora, según denuncia el sindicato de funcionarios CSIF, que un interno condenado por asesinato ha sido asignado a un puesto de «especial peligro» para la integridad de los trabajadores y de los internos. En concreto, a la cafetería de la prisión de Mas d'Enric, el mismo centro en el que tuvo lugar el asesinato de Núria. En esta ocasión, el preso está condenado a 18 años de prisión por asesinar a su víctima al apuñalarlo más de 30 veces.

Y hace apenas una semana, también se supo que otro asesino había sido asignado a un puesto en la cocina del Centro Penitenciario de Ponent (Lérida), lo que llevó a los Servicios Penitenciarios a apartarlo «de inmediato» tras conocer la situación por la prensa.

Desde el CSIF recuerdan que, tras el asesinato de Núria, el Departamento de Justicia dio instrucciones para reubicar a los internos considerados peligrosos fuera de cocinas y de talleres, para que no tuvieran acceso, o reducirlo al mínimo posible, a cuchillos, tijeras y otras herramientas peligrosas. De hecho, en Mas d'Enric se retiró de la cocina a 15 presos condenados por delitos violentos.

En el sindicato no entienden por qué «se ha revertido esta política preventiva». Y lamenta que la dirección centro «desconoce incluso la cantidad de los utensilios peligrosos presentes en la cocina en este puesto. El interno tiene contacto con todos los funcionarios y con un cocinero del CIRE entre semana». También explican que estos presos están solos en la cafetería los fines de semana, lo que «les permite acceder a estas zonas sin ningún tipo de control, poniendo en riesgo a cualquier persona, incluido el personal de limpieza».

El CSIF señala que «es bien sabido que los presos, debido a la naturaleza de sus condenas y la función de vigilancia de los funcionarios, no sienten especial aprecio por el personal penitenciario. Estas actuaciones son una muestra de la total negligencia de nuestros responsables penitenciarios y es una clara falta de empatía hacia los trabajadores». Y, por este motivo, pide al gobierno catalán mayor «responsabilidad» y un cambio «urgente» en la política penitenciaria.

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