Los enemigos internos de Junqueras rechazan la 'pax romana' y se conjuran para complicar su presidencia

Cuando Oriol Junqueras fue reelegido como presidente de ERC a mediados de diciembre, parecía que la calma volvía al partido, desangrado por sus batallas internas por el poder desde su fracaso en las pasadas elecciones autonómicas y por la crisis reputacional de la estructura B y los carteles de los Maragall. Pasadas las fiestas navideñas, no obstante, se ha demostrado que la imagen de unidad no era más que un espejismo.

A menos de un mes de la segunda vuelta de las primarias que encumbró por la mínima a Junqueras, los perdedores de la votación han dejado claro que rechazan la paz de los vencidos y que no están dispuestos a someterse sin pelear. Así se desprende del comunicado enviado este miércoles por Nova Esquerra Nacional (NEN), la candidatura rovirista liderada por Xavier Godàs, que obtuvo el 42,2 % de los votos en diciembre.

Según consta en el texto, NEN rechaza formar parte de las comisiones redactoras de las ponencias políticas que se debatirán en la segunda fase del congreso de ERC, que está previsto que se celebre los días 15 y 16 de marzo y que habrá de servir para fijar la estrategia y la táctica del partido durante esta legislatura y más allá. Los de Godàs critican que la nueva dirección de la formación solo les ha ofrecido un puesto en cada una de las tres comisiones.

En concreto, según el comunicado de NEN, estos tres grupos estarán formados por 16 personas para la ponencia «Objetivo 2031», 14 personas para la ponencia política y once para la estatutaria. Tres ponencias que ahora se mirarán con lupa por los roviristas con el objetivo de impedir que Junqueras y sus pretorianos hagan y deshagan a su antojo. En esta ERC aún en guerra interna no se contempla ganar a la búlgara.

Oposición a Junqueras

Con este movimiento, los de NEN marcan perfil como oposición a la cúpula del partido. En el comunicado hablan de «defender su posicionamiento político y la estrategia que proponían en las ponencias política y organizativa», lo que se traducirá –en palabras del periodista Quico Sallés– en «convertir lo que podría ser un paseo triunfal de Junqueras en un Vietnam de enmiendas».

A pesar de este esfuerzo por parte de Godàs y los suyos, la facción del presidente del partido aún podría salirse con la suya con la misma exigua mayoría con la que triunfó en diciembre, dando la patada al problema para más adelante, pero sin acallar a los críticos, que prometen dar guerra en los congresos comarcales y regionales que ERC celebrará entre abril y mayo, alterando la frágil pax romana soñada por el emperador Junqueras.