
Retenciones en la AP-7 por un accidente
Cataluña
El Govern ya no sabe qué hacer con la AP7: habrá controles de velocidad variable con IA y más radares
En lo que va de año, cinco personas han fallecido en el tramo sur de esta vía
La autopista AP-7 está absolutamente colapsada. A las retenciones diarias hay que añadir los accidentes, que complican aún más la circulación en esta vía, que está desbordada desde que se levantaron los peajes en 2021. Y, a menudo, estos accidentes están protagonizados por camiones.
En las últimas semanas, se han tenido dos ejemplos: en febrero un accidente mortal con tres camiones implicados cortó la autopista, a la altura de l’Hospitalet de l’Infant, más de 14 horas. Y este martes, el accidente de otro camión, volvió a provocar un corte en la vía. Desde principios de año, en el tramo sur de la AP-7. se han registrado cinco víctimas mortales: tres el fin de semana pasado y una este martes.
Desde la Generalitat se han dedicado a pasar la responsabilidad al Ministerio de Transportes, porque es el titular de la autopista. Pero la gestión del flujo de tráfico es competencia del Servei Català del Trànsit. Y en esto, desde luego, no se ha encontrado una solución. La AP-7 se ha convertido en el auténtico corredor mediterráneo por el que pasan miles de vehículos y camiones cada día. Y la que podía ser la vía alternativa, la N-340, se ha «desactivado», porque se ha convertido en poco más que un paseo en el que se suceden las rotondas y la velocidad es baja. Además, los camiones tienen prohibido circular por esa carretera.
Lo último que ha puesto encima de la mesa el Govern, la consejera de Interior, Núria Parlón, es implementar un sistema de velocidad variable, en un tramo de unos 150 quilómetros, que irá de Maçanet de la Selva (Gerona) hasta el Vendrell (Tarragona). También se llevarán a cabo obras en carriles complementarios de incorporación, habrá más controles, radares y un nuevo sistema predictivo de accidentes a través de la Inteligencia Artificial. Estas medidas tampoco suponen una novedad, puesto que en verano del año pasado ya lo avanzó el director del Servei Català del Trànsit, Ramon Lamiel.La consejera asegura que lo que se pretende es «anticiparnos a los accidentes que pueda haber». Y, a partir de ahí, poder desviar el tráfico si fuera necesario. También habrá campañas «específicas» para los más jóvenes. Y es que la mayoría de las víctimas mortales que se han registrado en las carreteras catalanas esta última semana tenían menos de 35 años. Y para los conductores profesiones también habría nuevos ciclos de formación, para que «puedan conducir con más responsabilidad».
Aunque en los últimos meses se han tomado medidas, como la limitación de la velocidad a 100 Km/h a la altura de Subirats durante los fines de semana y operaciones salida y retorno; restricciones para los camiones, como que tengan que circular siempre por la derecha; más radares… y tampoco ha funcionado.
Ante este panorama, desde la plataforma vecinal «Mai més peatges» (nunca más peajes), se ha ratificado y ampliado la denuncia que presentaron hace dos meses y medio por la falta de inversiones en seguridad en la AP-7. Ponen el foco en las administraciones, porque no han hecho su trabajo, porque no han puesto en marcha planes de actuación eficaces para hacer frente a situaciones de emergencia ante siniestros o incidentes; y tampoco han invertido en mantenimiento y en «actualizar» la vía para poder absorber el incremento del volumen de tráfico.