Destilería Antich

Destilería Antich

Sociedad

El legado oculto de una destilería histórica en Barcelona: el edificio del siglo XIX que revive con sus murales modernistas

Tres murales cerámicos preservan la memoria de Alcoholes Antich, una destilería del 1850 que dejó su huella en Ronda Sant Pau.

En la intersección de Ronda Sant Pau, un edificio del siglo XIX guarda un secreto patrimonial. A simple vista, parecería un inmueble modesto, pero los tres murales cerámicos modernistas en su fachada revelan una rica historia: la de la destilería Alcoholes Antich, fundada en 1850 y que fue símbolo de tradición y calidad en la producción de anisados, coñacs y licores. Estos coloridos plafones publicitarios, ubicados en la dirección Ronda Sant Pau, 33, y visibles desde la cercana Plaza de Folch i Torres, hacen honor a una época dorada de la industria de bebidas en Barcelona.

La destilería Antich: Tradición familiar y huella cultural

Fundada por Anton Antich en el barrio de Poblenou, la empresa familiar logró consolidarse durante seis generaciones. Entre sus hitos más notables está su participación en la Exposición Internacional de Viena de 1903, lo que le dio reconocimiento más allá de las fronteras catalanas. Los murales de cerámica vidriada que decoran el edificio no solo anunciaban productos como anisados, vinos generosos y licores, sino que hoy en día son considerados patrimonio arquitectónico de la ciudad, una muestra más del esplendor que alguna vez tuvo Alcoholes Antich.

Caída, resurgimiento y un legado que perdura

La historia de la destilería, sin embargo, no estuvo exenta de turbulencias. En 1909, la empresa enfrentó un escándalo fiscal al descubrirse más de un millón de litros de alcohol no declarados, lo que resultó en la disolución de la sociedad con su entonces socio, José Matheu. A pesar de las adversidades, la familia Antich resurgió con la apertura de su tienda en Ronda Sant Pau, donde los emblemáticos anuncios modernistas fueron testigos de los altibajos de la empresa.

Con el paso de los años, la destilería fue colectivizada durante la Guerra Civil, y en 1978, tras ser adquirida por el grupo francés SEGM-Ricard, dejó de existir. Solo los tres murales permanecieron como testimonio de un negocio que marcó un capítulo importante en la historia de la ciudad.

El regreso de un símbolo: El vermut de la sexta generación

Hoy, gracias a la sexta generación de la familia Antich, la marca ha vuelto a cobrar vida. En 2021, Pau Matias-Guiu, en colaboración con Maieutiké Winery, relanzó la marca con una apuesta por el vermut ecológico, trayendo de vuelta algunas de las recetas tradicionales. Así, lo que empezó en un pequeño taller de destilación en el siglo XIX se reinventa para las nuevas generaciones, permitiendo que los visitantes y residentes de Barcelona paladeen un sorbo de historia cada vez que disfrutan de estos vermuts.

Los murales cerámicos en la Ronda Sant Pau no solo narran el pasado de una destilería, sino que representan una parte invaluable del patrimonio empresarial y cultural de Barcelona.

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