Vista actual del local del antiguo Can Soteras, empapelado

Vista actual del local del antiguo Can Soteras, empapeladoGoogle Maps

Ciudad

Barcelona lamenta que un restaurante centenario vaya a convertirse en un McDonald's

El local que albergaba el histórico Can Soteras será a partir de 2025 otro local de la cadena de hamburgueserías

El restaurante Can Soteras abrió sus puertas en 1915 en el cruce del paseo de Sant Joan con la Diagonal, y las cerró 105 años después, en 2020. Entre tanto, se convirtió en un histórico de la gastronomía barcelonesa, donde se reunían los miembros del Arca de Noé, la estrambótica asociación cofundada por el pintor Santiago Rusiñol, cuyos miembros debían tener un apellido animal.

Con el tiempo, Can Soteras pasó a convertirse en un fijo para celebrar banquetes de bodas, de bautizos y de comuniones, y a partir de los años 80 añadió un nuevo elemento a su leyenda: los caracoles. El restaurante tenía hasta doce recetas de caracoles distintas, incluyendo una con guindilla y chorizo picante bautizada como «caracoles cojonudos». Su Fiesta del Caracol reunía a la élite barcelonesa de amantes de los gasterópodos como ingrediente culinario.

El antiguo Can Soteras, a principios del siglo XX

El antiguo Can Soteras, a principios del siglo XXGrup Soteras

Por todo este legado, no es de extrañar que a muchos les haya sentado como un jarro de agua fría la noticia de que el local que durante más de un siglo ocupó Can Soteras albergará un McDonald's. Según adelantó El Periódico, las obras para reformar el local y convertirlo en uno más de los miles de establecimientos calcados que la cadena tiene por todo el mundo ya han comenzado. Se espera que la nueva hamburguesería abra sus puertas en 2025.

A pesar de su antigüedad, Can Soteras no se incluyó en el catálogo de establecimientos emblemáticos que el Ayuntamiento de Barcelona elaboró en 2016, según confirmaba el cofundador de la plataforma Emblemátics Barcelona, Alberto Mejías a Tot Barcelona. Por este motivo, no es obligatorio conservar nada del mobiliario ni de la decoración del espacio en el nuevo McDonald’s.

Muro de las lamentaciones

«Hace unos años pude descubrir la historia del edificio donde durante más de un siglo se instaló Can Soteras, un restaurante mítico que en breve ocupará un McDonalds. (…) El desprecio del Ayuntamiento por la Historia es escalofriante», lamentaba el escritor Jordi Corominas en X, convertido momentáneamente en muro de las lamentaciones digital.

«Mis padres hicieron allí el convite de bodas, como muchos. No sé si me hago mayor y si ya es tarde, pero es deprimente», publicaba una usuaria, y otro iba más allá y tildaba el asunto de «decadencia de Occidente». «Una verdadera lástima que no haya continuidad o un modelo de restauración más saludable», escribía la profesora de Ciencia Política y articulista Astrid Barrio.

Son quejas que se suman a las que ya ocurrieron en su momento, en 2020, cuando se hizo público que el restaurante cerraba sus puertas. Por ejemplo, el actual portavoz de Vox en el Parlament, Joan Garriga, lamentaba entonces el asunto así: «Barcelona suma y sigue: restaurantes dinamitados por las restricciones y sin ayudas para mantener miles de puestos de trabajo. Cierra otro histórico, Can Soteras de Diagonal. Ahora a esperar que un extranjero habrá un negocio. Alguien tendrá que pagar por ello!».

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