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El expresidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont interviene en un acto de bienvenida organizado por entidades independentistas en el paseo Lluís Companys, a 8 de agosto de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). Dicha concentración ha sido convocada por entidades independentistas, con la asistencia de Junts, ERC, CUP, ANC, Òmnium Cultural, CDR y Associació de Municipis per la Independència (AMI). Puigdemont tiene previsto asistir a este acto de bienvenida para después participar en el pleno de investidura del líder del PSC, casi siete años después de instalarse en Bélgica por las consecuencias judiciales del 'procés', y con una orden de detención.

David Zorrakino / Europa Press
08/8/2024

El líder de Junts, Carles Puigdemont, en su mítin bajo el Arco del Triunfo, en Barcelona, el pasado 8 de agostoEuropa Press

Política

El Ayuntamiento de Barcelona permitió instalar el escenario de Puigdemont «para evitar conflictos mayores»

El consistorio confirma que se ha abierto «un expediente sancionador» para aclarar por qué se celebró el acto sin el permiso municipal necesario

La Guardia Urbana de Barcelona inspeccionó hasta en dos ocasiones el escenario dispuesto en el Paseo de Lluís Companys para la performance de regreso de Carles Puigdemont el día de la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Sin embargo, decidieron no desmontar la instalación «para evitar conflictos mayores o altercados que pudieran alterar el orden público».

Así lo revela el teniente de alcalde y jefe del área de Prevención, Seguridad, Convivencia y Régimen Interior, Albert Batlle, en su respuesta a una batería de preguntas formuladas por el líder del grupo municipal del PP, Daniel Sirera. Entre otras, el político popular preguntaba por el proceso para conceder la autorización del acto, el dispositivo de la Guardia Urbana o la coordinación entre esta policía y los Mossos d’Esquadra.

En el texto, al que ha tenido acceso El Debate, el Ayuntamiento confirma que la Guardia Urbana supo que el montaje del escenario se estaba llevando a cabo «sin permiso municipal» el 7 de agosto, la víspera del mítin de Puigdemont, sobre quien pesaba –como ahora– una orden de detención. Con todo, Batlle reconoce que sus organizadores sí habían «informado» acerca de la concentración.

«Todo lo que el Ayuntamiento de Barcelona y la Guardia Urbana gestionaron en relación con este acto se hizo siguiendo los mismos procedimientos establecidos para cualquier otro acto convocado en la ciudad», se escuda el gobierno municipal, que también destaca que se ha abierto un «expediente sancionador» para depurar responsabilidades.

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A pesar de esta respuesta, Sirera ha firmado otras tres peticiones de información dirigidas al gobierno liderado por Jaume Collboni. Los populares quieren saber, en primer lugar, si los Mossos d’Esquadra pidieron ayuda a la Guardia Urbana para la coordinación de la seguridad en el acto.

Además, piden al gobierno municipal que les haga llegar una copia del atestado de la actuación de la Guardia Urbana el 7 de agosto, cuando constató que la instalación no reunía los permisos necesarios, así como del expediente sancionador abierto por ello.

También preguntan «quién es el responsable político que decidió no desmontar el escenario» y otros elementos, como las pantallas, del mítin que ofreció Puigdemont antes de fugarse de nuevo. Con todo, Sirera ya apunta una respuesta a esta pregunta, en declaraciones a ABC: «Collboni es cómplice del prófugo Puigdemont al no impedir ni la celebración de un acto que carecía de permiso, ni hacer nada para detenerlo», dice.

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