Tribunales
El CEO de Glovo niega en el juzgado que el anuncio de contratar a los 'riders' sea una «estrategia de defensa»
El empresario barcelonés ha declarado en Barcelona por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores
El empresario barcelonés Óscar Pierre, cofundador y consejero delegado de Glovo, ha declarado este martes como investigado ante el Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona, acusado de un presunto delito fiscal contra los derechos de los trabajadores por la contratación de falsos autónomos como repartidores a domicilio, o riders. Este incluiría posibles fraudes en la contratación, según se desprende de actuaciones de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
Ha sido una declaración breve, de apenas veinte minutos, en la que Pierre ha respondido a las preguntas de su abogado y de la Fiscalía pero ha rechazado contestar al sindicato CGT, personado como acusación particular. Su declaración se ha producido pocas horas después de que Glovo anunciase un nuevo modelo para contratar a sus repartidores en lugar de trabajar con autónomos, algo que Pierre ha dicho a la jueza que es «una casualidad» y no «una estrategia de defensa».
Según recoge El Periódico, Pierre ha admitido que el cambio de modelo en la relación con los repartidores ha sido para evitar nuevas discusiones y enfrentamientos con la Inspección de Trabajo. Por su parte, la compañía aseguraba este lunes que la decisión responde a un «firme compromiso con España y con el impulso de la economía digital en el país».
Cabe recordar que en los últimos años Glovo se ha esforzado por subrayar su distancia con los trabajadores, por lo que su anuncio del lunes supone un giro de 180 grados en este sentido. Un anuncio, además, que llega días después de que Just Eat España, uno de sus competidores en el negocio del reparto a domicilio, haya presentado una demanda contra Glovo por competencia desleal.
Pierre, referente cuestionado
Nacido en 1992 e ingeniero aeronáutico de formación, Pierre es un referente en el mundillo emprendedor, que le reconoce el mérito de haber sabido hacer crecer a Glovo –creada junto a Sacha Michaud– y de haber conseguido que alcanzase ya en 2019 el estatus de «unicornio»; esto es, una empresa valorada en más de 1.000 millones de dólares sin presencia en bolsa.
Sin embargo, la empresa de reparto a domicilio lleva años cuestionada y sancionada en los tribunales por su modelo laboral, basado en la explotación de falsos autónomos. Los sindicatos y los colectivos que representan a los repartidores denuncian prácticas como alquilar las cuentas de los repartidores a inmigrantes sin papeles que buscan ganar algo de dinero.
La polémica por las condiciones laborales de los repartidores saltó al primer plano de la actualidad en mayo de 2019, cuando un repartidor de Glovo murió atropellado en Barcelona por un camión de la basura. El fallecido era un joven nepalí de 22 años que operaba con el perfil de otro compañero y que no tenía papeles.
Además del frente judicial en España, la Comisión Europea anunció en julio la apertura de una investigación a las empresas de entrega de comida a domicilio Glovo y Delivery Hero para comprobar si han realizado prácticas contrarias a la libre competencia.