Sucesos
Los viajes del terror: traían extranjeros engañados a Barcelona y los esclavizaban en plantaciones de marihuana
Un operativo con más de 750 agentes de la Policía Nacional y Mossos d'Esquadra ha detenido a 36 personas
Macrogolpe policial a una red criminal que se dedicaba a engañar a personas extranjeras para traerlas a España, y una vez aquí las obligaba a trabajar como jardineros en 15 plantaciones de marihuana situadas en Rubí y Castellbisbal, en la provincia de Barcelona. En el operativo, con más de 750 agentes de la Policía Nacional y Mossos d'Esquadra, se ha detenido a 36 personas de distintas nacionalidades: 34 en la provincia de Barcelona y 2 en Castellón.
Según ha informado la Policía Nacional en un comunicado, además del cultivo de marihuana, cuyas plantaciones tenían un consumo eléctrico equivalente al de una población de 1.200 viviendas y cuyo fraude asciende a 1.050.412 euros, la red también se dedicaba a la cría y al enfrentamiento de gallos de pelea.
La investigación empezó el mayo del 2023 por parte de la Policía Nacional con el testimonio de una víctima que escapó y declaró que había sido explotada, agredida y amenazada en la sede de Castellbisbal tras su llegada a España. Los Mossos también investigaban, desde que una empresa suministradora de luz y gas de Rubí observó en tres fincas un elevado consumo eléctrico que podría ser propio del cultivo clandestino de marihuana.
Un violento clan familiar
La estructura criminal estaba liderada por un violento clan familiar cuyos principales responsables eran tres hermanos que, sirviéndose de colaboradores que se encontraban en terceros países de Latinoamérica o España, se encargaban de captar potenciales víctimas en situación de necesidad que, además, venían engañadas.
Una vez eran reclutadas, los cabecillas de la red se encargaban de gestionar los billetes de avión de ida y vuelta, aleccionarles sobre cómo comportarse en la frontera en caso de ser controlados y les proporcionaban una cantidad económica para poder simular solvencia económica y dotar el viaje de apariencia turística.
Una vez llegaban a Barcelona, sin embargo, les informaban que por el desplazamiento habían contraído una deuda de hasta 4.600 euros que debían saldar realizando trabajando en plantaciones ilegales de marihuana, siendo en todo momento controladas por miembros de la red.
Además, las víctimas eran obligadas a residir en las propias plantaciones, durmiendo en lugares que se encontraban en condiciones de insalubridad y sin libertad de movimiento, ya que en caso de que quisieran salir a comprar, enviar dinero, o cualquier otra gestión personal, debían pedir permiso e ir acompañados.
Peleas de gallos
En las pesquisas se observó que los cabecillas se dedicaban además a la cría y entrenamiento de gallos de pelea, con eventos preparados para albergar hasta 100 personas, y por las que también obtenían beneficios económicos, llegando a localizarse 168 gallos.
Durante la investigación, que sigue abierta y no se descartan más detenciones, se han llevado a cabo 34 entradas y registros en Barcelona y uno en Castellón, donde los investigadores han intervenido tres armas de fuego, un rifle de perdigones, 11.007 plantas de marihuana, 6.021 kilogramos de marihuana, 614,55 kilos de cocaína y 50.004 euros en efectivo, entre otros.