Un lote de uva de mesa del Vinalopó.

Un lote de Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó.D.O. UVA EMBOLSADA VINALOPÓ

Comunidad Valenciana  «Optimismo» y «cautela» de los sectores claves de la Comunidad Valenciana ante la campaña navideña

Las uvas de Nochevieja, juguetes, turrón y cava tienen a la Región como una de las principales productoras

Después de dos años marcados por las limitaciones a la interacción social, la campaña de Navidad se presenta como la oportunidad para recuperar la anhelada normalidad y las cifras de negocio a unos niveles previos a la pandemia del covid-19.

En la Comunidad Valenciana, al igual que, por ejemplo en Galicia con el marisco o en otras regiones con las estaciones de esquí, estas celebraciones suponen una pieza clave en el puzle económico, ya que los principales productos de estas fiestas proceden del Levante.

Uno de ellos es el cava. Este 2022 –y en la entrada de 2023– los españoles volveremos a brindar y lo haremos sin restricciones. La elaboración de este espumoso es primordial en la Comunidad y, además, este año tiene otro motivo más para celebrar: se ha ganado en los Tribunales el derecho a denominarse cava con Denominación de Origen Requena, en contra de lo que reclamaban el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña.

Asuntos judiciales a un lado, la presidenta de la Asociación de Elaboradores de Cava de Requena, Rebeca García, comenta a El Debate que las expectativas de cara a la campaña navideña de este año «son muy buenas».

El optimismo es tal que García aventura que, incluso, se pueden llegar a superar las cifras de venta de 2019, «el último año normal» y que, además, fue «un gran año para el cava de Requena».

Vuelta a la normalidad

De este modo, prevé que el volumen de negocio pueda aumentar «entre un ocho y un diez por ciento», aspecto que achaca a que se vuelven a celebrar «reuniones de empresa, aniversarios, comidas y cenas de empresa y la gente se vuelve a reunir de nuevo».

En este sentido, García señala que la pandemia provocó «una acumulación de eventos a realizar», por lo que cree que va a producirse «un aumento de la venta y consumo de cava».

En cifras concretas, la responsable de los elaboradores de cava en la localidad valenciana de Requena apunta que en 2019 se vendieron diez millones de botellas, por lo que aspira a acabar este 2022 haciendo lo propio con «once millones o incluso más».

De esa cantidad, el porcentaje que se exporta ronda «el cincuenta o sesenta por ciento». Tal es la importancia del sector del cava en la Comunidad Valenciana, que el «sesenta por ciento» de las ventas totales se concentra en el periodo de Navidad, por lo que sigue habiendo «una concentración muy grande» en estas fechas, indica García.

Estas buenas perspectivas lo son a pesar del lastre que supone la inflación: «Las bodegas no hemos subido el precio del cava, lo hemos mantenido igual que a principio de año y estamos soportando la pérdida de valor», asegura la responsable del cava de Requena.

Al respecto, recuerda que están sufriendo «multitud de subidas de precios en materiales auxiliares como el corcho, cartón, papel, o botellas de vidrio», además de la «energía y la inflación». Por ello, recalca García: «Posiblemente, los distribuidores sí hayan aplicado alguna subida y el cliente final lo esté notando, pero el productor no lo ha hecho».

El brindis es una de las imágenes más tradicionales en Navidad.

El brindis es una de las imágenes más tradicionales en Navidad.ELABORADORES CAVA REQUENA

Hablar de cava y brindis en Navidad lleva, irremediablemente, a pensar en la Nochevieja. La Comunidad Valenciana, sobre todo en la zona del Vinalopó (Alicante), es la segunda región española que más produce uva, con dos mil toneladas anualmente y el 39% del total nacional.

Dedicados a ella hay 2.830 agricultores y durante esta campaña se llegan a crear hasta 13.000 empleos, que aportan al PIB valenciano veintiséis millones de euros.

Sobre la fruta que da paso tradicionalmente al nuevo año habla para El Debate la directora de la Denominación de Origen Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó, Beatriz Rocamora. Sin llegar a ser pesimista, prefiere mostrarse «cautelosa» y «a la espera de ver cómo se comportan los mercados en lo que queda de diciembre» para hacer un análisis más certero.

Turrón y juguetes

Según explica, la uva de la zona tiene dos temporadas y la de Navidad es la tardía. La primera ha sido «complicada» por el «aumento de los precios de frutas y frescos», que ha repercutido «en una caída de la demanda importante».

Actualmente, Rocamora apunta que los mercados están «muy parados y la situación estancada». «En 2020 y 2021 la demanda fue normal, funcionó bien el producto, fue saliendo y eso es muy importante porque es perecedero. Pero en 2022 se nos ha vuelto en contra porque el calor y la inflación ha complicado mucho la campaña», asegura.

En relación el IPC, Rocamora destaca que todos los «insumos» que utilizan han subido de precio, desde los fitosanitarios hasta los envases, pasando por la energía. Al igual que García con el cava, la responsable de la D.O. Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó indica que «no se ha podido repercutir» ese incremento en el precio de venta «porque la demanda está parada y al ser un producto estacional, no se vende». No obstante, cree que es posible que el mercado «remonte».

Por otra parte, el sector de la uva, entre todas las variedades con Denominación de Origen y embolsada, vendió en 2021 41 millones de kilos y la previsión para este año es que esa cifra sea algo menor, en torno a 38 o 39 millones de kilos. «Hay gente que ha decidido no embolsar porque eso encarece mucho, por eso la producción puede bajar ligeramente», matiza Rocamora.

Hablar de Jijona es hablar de turrón y viceversa. Por algo fue catalogado como «el lugar más dulce del mundo». Más allá de las tres típicas variedades –chocolate, blando y de Alicante– en este municipio se elaboran multitud de tipos de turrón que son inseparables de la Navidad.

Según el Consejo Regulador IGP Jijona y Turrón de Alicante, esta actividad genera mil empleos directos en la localidad más otros mil indirectos, por lo que la gran demanda de sus productos les ha llevado a «modernizarse» con tal de colmar las preferencias de los nuevos consumidores.

Sobre las posibilidades de recuperar las cifras que estaban consiguiendo antes del estallido de la pandemia, el Consejo Regulador ve factible que se pueda conseguir y señalan que una parte de ese camino ya se empezó a hacer en 2021.

Como puntos fuertes para lograrlo, se especifica que, aunque la inflación ha tenido su proporcional impacto, el precio al que los turrones se comercializan no ha variado demasiado respecto al año anterior.

Asimismo, el Consejo cree que se venden a precios razonables y es un producto tan tradicional que no puede faltar en ninguna mesa esta Navidad.

También en la zona de Alicante, la fabricación de juguetes es una de las principales industrias. De hecho, casi la mitad de los que se producen en España, concretamente el 42%, tienen su origen en la provincia alicantina, con una aportación al Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad Valenciana de 1.650 millones de euros.

Respecto a 2021, la Asociación Española de Fabricantes de juguetes (AEFJ) prevé que sus ventas en territorio nacional vayan a aumentar en esta campaña navideña entre un dos y tres por ciento, aunque no ignoran que están «preocupados» por la inflación y los efectos que pueda tener.

Pese a ello, según un estudio realizado por NPD Group España, este año se venderán más los juguetes que están en la horquilla que va de los treinta a los cincuenta euros que los que cuestan menos de diez.

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