Comunidad Valenciana  Puig despierta y peleará por el trasvase Tajo-Segura frente a Pedro Sánchez

La denominada 'guerra del agua' ha hecho, por fin, despertar al presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, a la hora de alzarle la voz a Pedro Sánchez por el golpe casi definitivo al trasvase Tajo-Segura impuesto por el Ministerio para la Transición Ecológica

Tras semanas y semanas puesto de perfil, nadando y guardando la ropa entre los regantes y agricultores alicantinos y el presidente del Gobierno, Puig ha calificado de «absolutamente inaceptable» el aumento del caudal ecológico en el Tajo.

Así, ha solicitado por carta a la presidenta del Consejo de Estado, la exministra Magdalena Valerio, una audiencia para conocer «de primera mano» la redacción final sobre la que se ha basado la vicepresidenta Tercera, Teresa Ribera, para tomar la decisión.

No es baladí esa petición de Puig, ya que es el propio Consejo de Estado el organismo que ha de emitir un informe preceptivo –que no vinculante- antes de que el plan de Sánchez y Ribera se apruebe en la mesa del Consejo de Ministros.

Page amenazó con acudir al Supremo

El presidente valenciano ha tomado esa decisión porque considera que el recorte en el trasvase «va en dirección contraria a lo que es un planteamiento de transición que facilite agua para siempre», por lo que ha anunciado que presentará alegaciones al Real Decreto.

«En caso de incumplimiento, la Generalitat emprenderá todas las acciones que estén a su alcance para defender la continuidad del trasvase Tajo-Segura y apoyar así las justas demandas de los regantes alicantinos», señala la nota de Prensa del Ejecutivo regional.

Puig se refiere a una disposición pactada en el Consejo Nacional del Agua entre el Gobierno central por un lado y la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana por el otro a la hora de decidir las elevaciones de los caudales ecológicos.

Sin embargo, ante la negativa del presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, y sus amenazas para llevar el caso al Tribunal Supremo, Sánchez y Ribera decidieron plegarse a sus intereses y obligar a regantes y agricultores alicantinos y murcianos a pagar el triple por el agua.

Según Puig, las reivindicaciones de estos gremios no tienen «nada que ver con ningún tipo de patrioterismo del agua ni enfrentamiento del agua», sino que destaca que se «trata de hacer las cosas racionalmente».

El cambio en la actitud del barón socialista llama la atención. Hasta el momento, y desde que se anunció el recorte en esta vital infraestructura hídrica para los campesinos del Levante español, Puig no se encontraba entre los dirigentes que habían puesto el grito en el cielo al respecto.

Puig, sin «autoridad moral»

Estos eran el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y el de la Diputación de Alicante y candidato del PP en a la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. Juntos firmaron días atrás una alianza estratégica para defender los intereses de agricultores y regantes de la zona en Madrid.

Ante ella, ninguno de los dos obtuvo el respaldo ni el reconocimiento de un Puig que, por ensalmo y a cinco meses de unas elecciones, ya ha ponderado la gravedad de la decisión de Pedro Sánchez.

De hecho, el propio Mazón ha afirmado que el presidente valenciano «no tiene autoridad moral, ni de certeza, ni política para hablar del trasvase».

Para el líder de los populares valencianos, la frase «agua para siempre» pronunciada por Puig es un «engaño» porque lo que realmente significa es «para siempre que la puedas pagar».

Así, ha asegurado que los «únicos» que están tomando «todas las medidas oportunas» son los miembros del PP y las administraciones gobernadas por la formación. «Son los demás los que vienen detrás, con la boca pequeña y casi con vergüenza», ha subrayado Mazón.