Comunidad Valenciana  Ribó debe desde septiembre la ​beca comedor a más de 2.500 familias valencianas

Los partidos políticos, especialmente en campaña electoral, suelen hacer uso de la hipérbole para justificar sus acciones de gobierno o para prometer todo lo que harán en caso de ser elegidos en las urnas. Esa actitud es el día a día en el sector, aunque cuando esa exageración se lleva hasta el extremo, igual el relato va encaminado a tapar determinadas carencias o errores de bulto.

Compromís sabe bastante al respecto. Lo habitual es que las formaciones se postulen como abanderados de determinadas causas: impuestos, lucha contra el cambio climático, feminismo… En cambio, los nacionalistas valencianos van mucho más allá y apuntan, directamente, a las personas. Lo hacen en general y con lemas como «Rescatamos personas» o «Las personas primero».

En este sentido y alejado de cualquier tipo de modestia o autocrítica, el Gobierno del Ayuntamiento de Valencia liderado por Joan Ribó no tiene reparo alguno en autodefinirse como el más social de historia. Sin embargo, dato mata relato y hay hechos que desmontan la postura autocomplaciente del regidor.

Según denuncia la concejala del Partido Popular Julia Climent, el Consistorio «adeuda más de un millón de euros de las becas comedor». Esto supone que un total de 2.589 familias se están viendo perjudicadas por los impagos, ya que solo se les han abonado las cuantías correspondientes a los meses de septiembre y octubre de 2022.

Dicho con otras palabras, el curso está a pocas semanas de terminar y el alcalde todavía debe seis meses a estas familias vulnerables, a lo que habría que añadir los que quedan lectivos hasta que los estudiantes cojan vacaciones en verano.

300 millones en los bancos

A pesar de que el Ayuntamiento cuenta con 300 millones de euros en los bancos, el PP lamenta que el alcalde esté cargando su «falta de gestión en las personas que más lo necesitan», ya que quienes optan y se les otorga este tipo de ayudas las consiguen «porque no pueden pagar este servicio».

Al tener que asumir el coste las familias y los propios centros, Climent asegura que han demostrado «ser más responsables que el alcalde Ribó y sus socios del PSOE», ya que en un año «han sido incapaces de pagar unas ayudas que se convocaron en el mes de abril de 2022».

La aportación económica no es baladí, ya que asciende a 94,5 euros al mes por familia. Estableciendo una comparación, el bono que la Generalitat Valenciana ha lanzado para hacer frente a los desbocados efectos de la inflación tiene un importe total de noventa euros a gastar hasta el 14 de julio.

Además, Climent apunta que se presentaron 5.448 familias para obtener la beca comedor en Valencia. De ellas, 3.696 «cumplían los requisitos». Es decir, a las 2.589 a las que se le deben buena parte del curso escolar, hay que sumar otras 1.102 que «quedaron sin ayuda».

Con vistas al 28 de mayo, la popular indica que con la candidata del PP, María José Catalá, como alcaldesa, «la enseñanza de cero a tres años será completamente gratuita para todas las familias de Valencia». Del mismo modo, «se incrementará la partida de becas de comedor para que ninguna familia que cumpla los requisitos quede fuera de las mismas» como ha sucedido en la última convocatoria.

Por su parte, el portavoz municipal de Vox en el Ayuntamiento levantino, Pepe Gosálbez, censura la labor llevada a cabo por Ribó, señalando que en la administración local «la palabra mágica es gestión, nunca ideología». En su opinión, el primero es un término que el primer edil «ignora y pasa de él» y más allá del segundo no hay «nada más».

«El alcalde ha abandonado a las familias más necesitadas, a los valencianos que peor lo están pasando», subraya el concejal, que destaca que las becas comedor «son parte de los servicios sociales» y están concebidas como un «auxilio al más necesitado». Por ello, y al no estar abonándolas, Gosálbez le pone al dirigente nacionalista «la nota habitual: un cero patatero».

En esta línea, también cuestiona la política del Consistorio, puesto que a su juicio, «abandona a los que llaman a la puerta de los centros municipales de Servicios Sociales». «Han llegado a atender a personas cincuenta días después cuando necesitan la ayuda para anteayer», hace hincapié el portavoz de Vox.

Toda esta serie de actuaciones para Gosálbez demuestra que eso «es Ribó, el comunista que ahoga al más necesitado y al que peor lo está pasando». Como consecuencia, considera que su gestión es «una absoluta vergüenza».

Con este escenario y en clave electoral, el concejal insta a «decir alto y claro, decidirse y definirse: Valencia o Ribó». Como es natural, en la formación lo tienen «absolutamente claro» y por eso apuestan por el «derecho a ser educado en español, en libertad y la libre elección del centro». «Haremos todo lo necesario y todo lo posible para que la izquierda saque las garras de las mentes de nuestros hijos en los colegios», zanja Gosálbez.