Comunidad Valenciana El Ayuntamiento de Valencia devuelve ayudas europeas para el empleo porque Ribó no las ha ejecutado
El Consistorio ha retornado 2,8 millones a Bruselas destinados a paliar el desempleo entre los jóvenes y otros 142.500 euros por no haber construido un carril bici
Durante su intervención en el debate de la moción de censura de Vox a Pedro Sánchez, el portavoz del Partido Socialista en el Congreso de los Diputados, Patxi López, hizo una llamativa afirmación: «Los españoles están viendo que gestionamos mucho mejor que la derecha la economía de este país».
Al pronunciar tan hiperbólica y generalizada aseveración, no se sabe si el dirigente del PSOE se refería a su formación únicamente o a toda la izquierda allí donde gobierna. Sea en un sentido o en otro, a López le convendría aclarar si entre esos supuestos grandes administradores de la cosa pública se encuentran los responsables del Ayuntamiento de Valencia.
El motivo no es otro que el Gobierno municipal capitaneado por Joan Ribó, de Compromís, con Sandra Gómez del PSPV-PSOE como vicealcaldesa está teniendo que devolver ayudas y subvenciones por no haberlas ejecutado en tiempo y forma. Algunas de estas estaban destinadas al fomento del empleo en la capital levantina.
Fondos contra el paro juvenil
De hecho, la candidata del Partido Popular a la alcaldía de Valencia, María José Catalá, denuncia que recientemente Ribó ha tenido que reembolsar 1,2 millones de euros en ayudas procedentes de la Unión Europea para estimular el mercado de trabajo.
Concretamente, se refiere a los 751.261,89 euros del programa EXPLUS 2022/2023 que estaba dirigido a «desempleados de menos de treinta años mediante contratación laboral temporal a jornada completa por un periodo de doce meses».
Hasta llegar al mencionado montante, el Consistorio también ha tenido que enviar de vuelta a Bruselas 272.142,13 euros correspondientes a la iniciativa EMPUJU 22-23.
Estos episodios no son ni mucho menos casuales ni anecdóticos. En el mes de diciembre, para terminar 2022, el binomio Compromís-PSPV-PSOE hizo exactamente lo mismo. En esta ocasión, para colmo, fueron 1,6 millones de euros los que se dejaron de ejecutar y los valencianos que los necesitaban no pudieron hacer uso de ellos.
Al igual que en el caso anterior, de EMPUJU quedaron por invertir 1.235.727,57 euros, mientras que 357.826,24 pertenecían al programa ECOVID 21/22 que patrocinaba el organismo comunitario. Ambos planes tenían como fin ayudar a los desempleados jóvenes, pero no va a ser posible por lo que Catalá define como la «indignante desidia y falta de capacidad de gestión del alcalde».
Tal como resalta la popular, «el paro juvenil es un problema» en Valencia. De ahí viene su indignación ante «situaciones inexplicables»: «En lugar de dar oportunidades a los jóvenes, las perdemos por la falta de unos gestores eficaces», lamenta.
Además de en lo concerniente a fomentar el trabajo entre los jóvenes, Ribó también se ha visto obligado a retornar 142.500 euros que la Unión Europea había otorgado para la construcción de un carril bici en el céntrico paseo de la Alameda. La razón, la misma: no haber ejecutado en tiempo y forma dicha obra.
No queda ahí el perjuicio para los valencianos, ya que ahora será el propio Ayuntamiento quien tenga que costear con los impuestos de los vecinos el importe del carril bici que se ha echado a perder.
Para Catalá, este hecho supone una «negligencia» y deja meridianamente claro que es «una muestra más de la falta de gestión» de Ribó.
La gestión del dirigente de Compromís no deja, precisamente, mucho hueco al optimismo. Y menos aún si se atiende a los datos de ejecución presupuestaria que el Ayuntamiento de Valencia lleva realizados en este 2023.
Según reconoce el propio Gobierno municipal, en los dos primeros meses de este año tan solo se han llevado a cabo obras por valor de 847.027 euros. Esto supone un raquítico 1% de lo que se tendría que llevar realizado a estas alturas.
En el ámbito de las Fallas la vida sigue igual. En estas primeras fiestas sin restricciones tras el covid-19, Ribó ha dejado sin invertir un total de 134.145 €. Para el Partido Popular, esto es «grave», máxime cuando se trataba «de un año postpamdemia en el que era necesario poner toda la capacidad financiera del Ayuntamiento al servicio de la fiesta y los sectores que la forman».
Por su parte, el portavoz de Vox en el Consistorio valenciano, Pepe Gosálbez, establece una relación directamente proporcional entre el grado de trabajo y cuánto se invierte: «A más nivel de trabajo, más porcentaje de ejecución».
En este sentido, el concejal exige «un sistema de contratación que permita que las inversiones salgan adelante». En cambio, para Gosálbez con Ribó pasa «lo contrario», puesto que en ocho años «no se ha puesto el mono de trabajo» y no tiene un sistema de contratación «lo más simplificado y ágil».
A su juicio, considera el nivel de ejecución del alcalde y Gómez como «paupérrimo» y «vergonzoso». Esto obedecería a una causa: «Ribó no trabaja, no gestiona y desgobierna contra Valencia».
De cara a las elecciones locales del 28 de mayo, el edil augura que se acabará la «pésima era de socialistas y comunistas», por lo que la ciudad «volverá al podio del que nunca debió bajar».