Comunidad Valenciana El nacionalismo pancatalanista pincha en Valencia en pleno debate sobre la amnistía al independentismo
Tanto el PSPV-PSOE como Compromís se negaron a entrar a la Catedral con la Real Señera, un gesto que fue reprochado por los ciudadanos con gritos de «fuera, fuera» o «si no os gusta, os vais a casa»
Una de las frases más utilizadas en política es la de que los representantes públicos son el reflejo, siempre hablando a grandes rasgos, de lo que es la sociedad que les vota. Esa máxima, sin embargo, parece que no la han terminado de asumir los partidos de izquierdas en la Comunidad Valenciana, especialmente los que tienen representación parlamentaria en el Ayuntamiento levantino y en las Cortes autonómicas, como son el PSPV-PSOE y Compromís.
Ninguna de esas formaciones se han hecho a las responsabilidades que los ciudadanos valencianos les otorgaron el pasado 28 de mayo en las elecciones locales y autonómicas, en las que el Partido Popular fue mayoritaria y ampliamente el más votado y que, como consecuencia, alcanzó unas cotas de poder en toda la región como hacía años que no tenía. Por contra, siguen creyendo que gozan de la voluntad mayoritaria de la ciudadanía, algo que las urnas dejaron de manifiesto que no era así.
Como para muestra un botón, este lunes se celebró el Día de la Comunidad Valenciana, unos festejos que tienen como acto principal la procesión cívica que arranca desde la plaza del Ayuntamiento. Tras bajar erguida la Real Señaera, ya que no se inclina «ante nada ni ante nadie», la marcha dio comienzo por las calles más céntricas de la capital del Turia. Dejando a un lado la solemnidad del acto en sí, llama poderosamente la atención el palpable desapego que la sociedad valenciana tiene hacia el equipo de Gobierno que ha estado gestionando la ciudad desde 2015 hasta junio de este mismo año.
Negativa a entrar en la Catedral
Así, durante el recorrido se pudieron escuchar numerosos reproches al antiguo alcalde levantino, Joan Ribó, así como a su partido, Compromís. Los cánticos, bastante generalizados en las casi tres horas que duró la procesión, giraban en torno al permanente flirteo que el nacionalista y sus socios del PSPV-PSOE mantuvieron con el independentismo catalán mientras mantenían su coalición. De este modo, Ribó, su vicealcaldesa, Sandra Gómez y todos los concejales y diputados de los dos partidos recibieron protestas bajo cánticos como «catalanistas», «som valencians, mai catalans -somos valencianos, nunca catalanes», «sinvergüenzas» u otros que iban destinados directamente al exprimer edil como «fuera Ribó», «Ribó vete a Cataluña» o «Ribó, ponte corbata».
Día de la Comunidad Valenciana
La Real Señera recorre Valencia entre cánticos a favor de la unidad nacional y contra el anexionismo catalán
Los valencianos, como se vio este lunes, son ciudadanos que respetan las tradiciones y la Ley. Es por ello que no extraña que, bajo el telón de la amnistía que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ya está diseñando bajo las directrices de Oriol Junqueras y el fugado Carles Puigdemont, se oyeran cánticos como «Puigdemont a prisión» antes de que comenzaran los eventos institucionales. Ese respeto a los símbolos nacionales también se vio cuando las decenas de miles de valencianos congregados coreaban «vivas» tanto a España como a Valencia.
No obstante, el ambiente festivo que se respiraba se quebró cuando Compromís y los socialistas se negaron a entran junto a la Real Señera a la Catedral. Justo a las puertas del templo, sus representantes se separaron del Templo y dieron la vuelta al edificio, esperándose fuera la casi media hora que duró una ceremonia que llevaba ocho años sin producirse como fruto del anticatolicismo imperante en la izquierda valenciana. Esta actitud fue tan rápida como duramente reprochada por los asistentes, que increparon a concejales y diputados diciéndoles «fuera, fuera», «si nos os gusta os vais a casa» o, incluso, algún grito aislado de «jetas».
«Viva España» y «Viva Valencia»
Incidentes singulares a un lado, lo que reflejó la sociedad valenciana fue que está totalmente en contra de que, tal como hicieron a lo largo de dos legislaturas, el PSPV-PSOE y Compromís instauren un laicismo supuestamente incontestable pero que, a la hora de la verdad, se da de bruces con la realidad de respeto, fomento y promoción de tradiciones.
Acerca de ello, este redactor fue testigo directo del siguiente hecho: durante la ofrenda floral al Rey Jaime I El Conquistador sonaron los himnos de la Comunidad Valenciana y de España. Con los acordes de este último, la número dos de Joan Ribó en el Ayuntamiento de Valencia, Papi Robles, se encogió de hombros y dirigiéndose a sus compañeros de partido dijo «¿y yo voy a aplaudir»? Esa postura contrastó enormemente con el sentir general que abarrotaba la plaza, que seguía diciendo «Viva España» y «Viva Valencia».
Por tanto, tanto el PSPV-PSOE como Compromís tienen una ardua tarea por delante como es la de reconciliarse con los valencianos, que hace tan solo cuatro meses les dieron la espalda en las urnas. No lo tienen fácil, ya que, a pesar de que la legislatura tanto a nivel municipal como regional acaba de comenzar, los dos partidos han entrado en una deriva que roza -si no traspasa- el radicalismo en aras de posicionarse como el partido hegemónico de la izquierda en la Comunidad Valenciana, una situación compleja y que no se sabe cómo podría terminar a tenor de los dos plenos que solo se han celebrado en las Cortes autonómicas.
Mientras tanto, socialistas y nacionalistas este lunes vieron y escucharon de primera mano lo que se niegan a aceptar desde hace casi medio año: unos y otros están en la oposición y no son pocos los ciudadanos que les han hecho saber por qué. Ante todo, tal como se repitió durante la procesión, es absoluto el rechazo al independentismo en la región y a que se fomente la anticonstitucional idea de los 'Países Catalanes'. Este lunes, la sociedad valencia habló y lo hizo bien alto.