El presidente de la Generalidad Valenciana, Carlos Mazón, en una imagen de archivo

El presidente de la Generalidad Valenciana, Carlos Mazón, en una imagen de archivoPaco Poyato / Europa Press

Comunidad Valenciana  Los 100 días en los que Mazón dio un golpe de timón a ocho años de políticas socialistas y nacionalistas

El presidente de la Generalidad Valenciana cumple sus primeros tres meses de mandato con parte de los deberes hechos, aunque con un amplio horizonte de objetivos por cumplir y una oposición que no le ha dado un respiro por su acuerdo con Vox

No está del todo claro si los primeros 100 días de gracia a un nuevo Gobierno se le deben a Napoleón o a Roosevelt, pero el presidente de la Generalidad Valenciana, Carlos Mazón, no ha gozado en absoluto de esta suerte de bula por parte de una oposición que desde el primer minuto ha ido a degüello por su alianza con Vox.

El miércoles y el jueves, el dirigente 'popular' afrontará la sesión de control en Las Cortes tras sus primeros tres meses al frente del Ejecutivo autonómico –que cumplió este sábado– con una sola certeza: tanto PSPV-PSOE como Compromís tratarán de afearle al máximo sus pactos con lo que denominan «la ultraderecha».

El hasta hace nada prácticamente desconocido político se ha hecho un hueco en el foco nacional por dos motivos. De un lado, el hecho de ser el líder regional de la cuarta comunidad autónoma más poblada y la cuarta en cuanto a su Producto Interior Bruto. De otro, el encabezar el Gobierno de coalición del Partido Popular con los de Santiago Abascal de mayor relevancia.

Los socialistas, en boca de Rebeca Torró, le preguntará «qué valoración hace de los primeros meses del Consell que lidera con la ultraderecha» y «cómo va a revertir el retroceso que en 100 días ha sufrido la Comunitat Valenciana». Por su parte, Joan Baldoví, de Compromís, hará lo propio sobre «cuándo piensa realizar su primera remodelación del Consell, ante un Gobierno que ha demostrado su inoperancia y su sectarismo y la reiterada falta de respeto a las leyes y consensos conseguidos».

A su vez, Ana Vega, de Vox, le cuestionará «cuál es la política del Consell respecto al gasto político en altos cargos y asesores» y «qué acciones va a tomar este Consell para garantizar que los ciudadanos de la Comunidad Valenciana reciban el mismo trato por parte del Gobierno central que el resto de españoles».

Por último, desde el PP Miguel Barrachina se interesará por cuál es la situación económica y social que se ha encontrado Mazón a su llegada a la Generalitat, «cuáles son las primeras medidas que va a adoptar su gobierno para paliar esta situación de crisis» y «qué va a hacer el Consell para recuperar el protagonismo de la sociedad valenciana».

Recorte del gasto político

Sin ánimo de ser exhaustivos, Mazón podrá responder a sus socios de Gobierno que ya ha aplicado una rebaja sustancial en cuanto a gasto político. Esto es, ha metido la tijera al número de departamentos, altos cargos y asesores que se estima en un ahorro de unos 20 millones de euros en esta legislatura. En concreto, ha disminuido en 30 la cantidad de altos cargos –hasta los 121– y en 55 la de asesores –hasta los 61–, por poner dos ejemplos.

A su propio partido, y a falta de cifras, el dirigente 'popular' ya ha avanzado que la situación económica heredada ha sido «lamentable». «Con la peor deuda y el peor déficit de la historia, con la peor inversión de un Gobierno socialista de la historia. Por tanto, con unas cuentas extraordinariamente difíciles», según desgranaba este lunes.

Siguiendo con los números, Mazón podrá replicarle a la oposición algunas de las medidas de corte más social de las que ha llevado a cabo su Gobierno hasta ahora. Entre ellas destacan tres, todas de profundo calado. Ha prolongado la reducción del 10 % de las tasas propias y los precios públicos de la Generalidad, del 50 % en el precio de los bonos del transporte público autonómico y decretado la gratuidad del transporte para menores de 31 años.

También ha ampliado de 18 a 36 meses el aplazamiento del pago del canon de saneamiento, con bonificaciones del 30 % a familias vulnerables y del 50 % a las vulnerables severas y ha congelado las tasas universitarias, entre otras.

Freno al pancatalanismo

Con menor agrado para PSOE y Compromís, Mazón también ha dado pasos en el desmantelamiento de las políticas pancatalanistas con la supresión de ayudas a entidades que quieran imponer los denominados «Païssos Catalans».

Ximo Puig, a su llegada al acto de toma de posesión de Mazón

Ximo Puig, a su llegada al acto de toma de posesión de MazónEuropa Press

Asimismo, ha anunciado la supresión de la Oficina de Derechos Lingüísticos y el Consell Social de les Llengües y ha modificado la ley de Plurilingüismo de 2018 para suprimir a partir del próximo curso la obligación de que el alumnado de las zonas castellanohablantes curse en valenciano asignaturas troncales.

Sin embargo, Mazón y su Gobierno con el Vox de Vicente Barrera tiene aun muchos deberes apuntados en la libreta. Tiene que consumar la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones, cuyo proyecto de Ley ya ha entrado en Las Cortes; debe acometer la reforma fiscal prometida, con la que espera ahorrarles más de 199 millones de euros a 2,1 millones de contribuyentes, el 87,5 % de los valencianos; bonificar la compra de vivienda a los jóvenes.

Pero, sobre todo, debe lograr aprobar los Presupuestos, algo que una oposición todavía dolida por la ruptura del tripartito que encabezaba el socialista Ximo Puig no le pondrá nada fácil.

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