Puig convoca primarias en el PSPV-PSOE para construir la «alternativa potente» a los «gobiernos del retroceso»
Los socialistas valencianos elegirán al sucesor del expresidente de la Generalitat en un Congreso Extraordinario que se celebrará en el primer trimestre de 2024
Sin sorpresas en el Comité Nacional que el PSPV-PSOE ha celebrado este sábado en Valencia con la presencia del secretario de Organización a nivel nacional, Santos Cerdán. Tal como se esperaba, su secretario general, Ximo Puig, ha anunciado que la federación celebrará un Congreso Extraordinario para que los militantes elijan a su nuevo líder. Igualmente, ha desvelado que él no aspirará a la reelección, en consonancia con lo deslizado el día anterior.
Por tanto, se abre una nueva etapa en el socialismo valenciano, precipitada por la debacle que para sus intereses supusieron las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, en las que no solo perdieron la Generalitat, sino también decenas de ayuntamientos en las tres provincias, además de los gobiernos de las diputaciones de Castellón y Valencia. En cuanto a la fecha, el cónclave será en el primer trimestre de 2024, con lo que el partido estrenará liderazgo en la cita europea con las urnas.
«Caverna ultra y radioactiva»
En su intervención, se ha visto a un Puig emocionado que ha tenido que tirar de la botella de agua en varias ocasiones para intentar calmar unos momentos históricos para él. En ella, ha señalado que la decisión de convocar primarias es consecuencia de una «reflexión», fruto de la que cree que en cuestión de pocos meses el PSPV-PSOE ha de construir «una alternativa potente» a lo que ha denominado «los gobiernos del retroceso», en alusión directa a los pactos entre el Partido Popular y Vox.
De cara al nuevo contexto, ha reconocido que la organización y quienes la encabecen el próximo año tienen que hacer «su propio reset». «No se trata de hacer lo mismo que hicimos, sino de aportar una nueva generación de ideas», ha matizado el todavía líder de la segunda federación socialista de España.
En esta línea, ha afirmado valiéndose del dicho popular que «nuevo año, nuevos retos», a la par que ha sostenido que estos han de ir acompañados de «nuevas ideas, nuevos impulsos y nuevos liderazgos». Por ello, espera que el Congreso Extraordinario aporte «fortaleza a la alternativa» porque, a su juicio, la sociedad valenciana «no tiene ni un minuto que perder» como producto de los ejecutivos de centro-derecha, a los que ha tildado de «caverna ultra y radioactiva» nostálgica «de una España grande y libre». Por contra, ha añadido que lo que los socialistas han de ofrecer es un «proyecto socialdemócrata y valencianista».
Aunque en su discurso ha dedicado varios minutos a las razones por las que el PSPV-PSOE en particular y la izquierda en general se encuentran fuera de la Generalitat, diputaciones y numerosos ayuntamientos, el término «autocrítica» lo ha empleado más a modo de argumentario que en la práctica. Y es que, los efectos del 28-M los ha achacado a numerosos factores de toda clase y condición, pero en su práctica totalidad ajenos a él y a su ejecutoria.
Por ejemplo, ha culpado a «una gran abstención del electorado progresista», así como a «una crisis irresponsable a la izquierda (en relación a Unidas Podemos y Yolanda Díaz) y a «un ventilador mediático que no supimos apagar». También ha responsabilizado de los resultados electorales al «ruido que impulsaron la derecha política y la derecha mediática española» y del que el PSPV-PSOE no se supo «abstraer».
Siguiendo con la sucesión de ataques externos eludiendo su labor, Puig también ha mencionado el «entorno de vísceras que arrinconaban la gestión» de su Gabinete: «Si la pregunta era sobre el futuro de la Comunidad Valenciana, ¿por qué la respuesta era 'Que te vote Txapote'?», se ha cuestionado retóricamente. Al respecto, el expresidente regional ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que a los socialistas autonómicos les «sobró confianza», una idea que ha utilizado para volver a cargar contra aquellos que, en su opinión, utilizaron la campaña para crear «un mapa de malestar que no tenía que ver con los gobiernos de España y el valenciano». Solo ha habido un atisbo de verdadera autocrítica: «El máximo responsable soy yo», ha dicho, por no haber sido capaz de dar «la respuesta adecuada».
A la espera de las candidaturas
El secretario general de los socialistas valencianos ha concluido su alocución con vistas ya a 2024: «Ha sido un enorme honor. Siempre a vuestro servicio, intentando hacer el bien, pero ya sabéis que lo mejor está por venir. ¡Salud!».
Antes de Puig ha tomado la palabra Cerdán para alabar sus años como presidente, destacando que ha demostrado «que hay otra forma de gobernar y de hacer política». Del mismo modo, ha puesto de relieve que su balance es el de dejar una Comunidad en la que «todos los indicadores sociales y económicos mejoraron». Sobre las primarias, uno de los hombres fuertes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lanzado un mensaje: «Respetaremos, como no puede ser de otra manera, desde la Dirección Federal lo que los militantes del PSPV-PSOE decidáis. Vais a contar siempre con el apoyo de la Dirección Federal. No sobra nadie, todos sois necesarios. No tenemos ni un minuto que perder porque ahí están las políticas reaccionarias y ahí esta 2027», ha arengado.
Con vistas al Congreso, se espera que a lo largo de los próximos días o semanas los posibles candidatos a suceder a Puig comuniquen oficialmente sus intenciones y formalicen ese paso adelante. Aunque las primarias se han hecho públicas este sábado, desde el batacazo en los comicios son varios los nombres que vienen sonando y repitiéndose en las quinielas del PSPV-PSOE. Por el lado ximista, quien podría aspirar a liderar la filial socialista sería Pilar Bernabé, actual delegada del Gobierno en la Comunidad Valencia.
Por otra parte, la apuesta de Ferraz sería el alcalde de Mislata y secretario provincial en Valencia, Carlos Fernández Bielsa, mientras que no se descartan las opciones de su homólogo en Alicante, Alejandro Soler o, incluso, la de la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant.
En lo que respecta al futuro Puig, está por ver si mantendrá sus actas de diputado autonómico en las Cortes Valencianas y de senador, ya que más pronto que tarde podría estar obligado a renunciar a ellas si Sánchez le nombra embajador de España en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Sobre ninguno de estos aspectos se ha pronunciado en el Comité Nacional del PSPV-PSOE de este sábado en Valencia.