Vox quiere que los libros LGTB no estén al alcance de los niños en las bibliotecas públicas valencianas
El Colegio de Bibliotecarios y Documentalistas califica de «sinrazón» la Proposición No de Ley que insta a que las publicaciones relacionadas con el sexo y la identidad de género estén en una zona fuera del alcance de los menores
Las acusaciones de «censura» contra Vox por su gestión al frente de la Consejería de Cultura de la Generalitat Valenciana tienen un nuevo promotor. El último en sumarse a la causa de criticar la labor del también vicepresidente primero del Consell, Vicente Barrera, ha sido el Colegio de Bibliotecarios y Documentalistas de la Comunidad Valenciana (COBDCV). El motivo en esta ocasión ha sido una Proposición No de Ley (PNL) que los de Santiago Abascal llevarán a las Cortes autonómicas para evitar que los menores dispongan directamente en las bibliotecas de obras basadas en la ideología de género y los postulados del lobby LGTBI.
En concreto, el texto que la formación conservadora llevará al Hemiciclo regional tiene como objetivo que en las bibliotecas públicas de los municipios de más de 25.000 habitantes los libros que traten temas relacionados con la educación y desarrollo sexual o la identidad de género estén en una zona distinta a la infantil para que no estén al alcance de los más pequeños. Así, el texto que Vox planteará a los diputados pide que a esta área se trasladen los «contenidos en diversidad sexual, familiar, de género y de desarrollo sexual respetuosos con los derechos humanos», de modo que estén en un espacio «independiente del resto de secciones, en especial, la infantil».
Sin embargo, esta propuesta no ha sido bien recibida por el gremio de bibliotecarios y documentalistas de la región, ya que la tachan de «censura e injerencia política» por parte de la organización, que gobierna en coalición con el Partido Popular. La PNL, según el mencionado colectivo, llegará al Parlamento valenciano «previsiblemente la próxima semana», por lo que se encuentra «en pleno proceso de reuniones de urgencia» con todos los partidos políticos que en las elecciones del pasado 28 de mayo obtuvieron representación, es decir, el PP, PSPV-PSOE, Compromís y el propio Vox.
Burriana lo intentó promover
En estas citas, el COBDCV está trasladando a las distintas organizaciones que la iniciativa presentada es una «sinrazón» que parte «de un absoluto desconocimiento» y de una «interpretación errónea de las leyes de biblioteca». Por ello, llama a «impedir» que termine viendo luz verde en la Cámara. De hecho, la asociación denuncia que con esta proposición a nivel autonómico se pretende trasladar a toda la Comunidad lo que se quiso hacer el pasado mes de octubre en la localidad castellonense de Burriana.
Entrevista | Vicepresidente 1º de la Generalitat Valenciana
Vicente Barrera: «No vamos a consentir que Urtasun nos dicte qué cultura tenemos que recibir o desechar»
En esa fecha, el concejal de Cultura, Jesús Albiol, de Vox, ordenó que los libros que abordasen materias de sexo, diversidad sexual, de género o similares estuvieran «fuera del alcance de los menores», aunque finalmente rectificó y éstos fueron reubicados en sus anteriores emplazamientos. También en Burriana, y con el mismo concejal como protagonista, Vox suprimió la suscripción de la biblioteca municipal a diversas revistas escritas en catalán. Tras unos días de polémica, el desenlace fue el mismo que con los libros, ya que estas publicaciones volvieron a estar a disposición de los vecinos.
El argumento que los bibliotecarios y documentalistas esgrimen es que la medida «vulnera el artículo 12 de la Ley 10/2007, de 22 de junio, de la lectura, del libro y de las bibliotecas». Literalmente, éste establece que «las administraciones públicas, en el ámbito de sus respectivas competencias, garantizarán el acceso de los ciudadanos a las bibliotecas con la finalidad de promover la difusión del pensamiento y la cultura contribuyendo a la transformación de la información en conocimiento, y al desarrollo cultural y la investigación».
«Interpretación errónea» de la ley
Asimismo, los apartados b) y c) señalan que «la igualdad para que todos los usuarios accedan a los materiales, instalaciones y servicios de la biblioteca, sin discriminación por razón de origen, etnia, religión, ideología, género u orientación sexual, edad, discapacidad, recursos económicos o cualquier otra circunstancia personal o social» y que «la pluralidad, en virtud de la cual se deberá adquirir, preservar y hacer accesible la mayor variedad posible de documentos que reflejen la diversidad de la sociedad y su riqueza lingüística e iconográfica».
En base a eso, el Colegio insiste en que cuando se habla de bibliotecas «hablamos de igualdad para el acceso al fondo, instalaciones y servicios, sin ninguna discriminación». «Hablamos también de pluralidad», defiende la entidad. Al respecto, también cita la ley valenciana que regula este ámbito y asume lo anterior.
Por tanto, el COBDCV cree que Vox «realiza una interpretación errónea en la que obvia algunas cuestiones fundamentales, entre ellas, el artículo 20», que establece que el desarrollo de la colección de los centros que «forma parte de la Red de Bibliotecas Públicas de la Comunidad Valenciana se basará en el criterio profesional independiente del bibliotecario», si bien este «podrá apoyarse en la consulta a órganos representativos de los usuarios, colectivos locales y otras instituciones educativas, culturales e informativas».
«Las bibliotecas son una herramienta que garantiza los derechos de la ciudadanía en ámbitos tan importantes como el acceso a la información. No se puede permitir que los políticos utilicen las instituciones para imponer creencias o ideas que suponen un menoscabo para los derechos y libertades de las personas», concluye el colectivo.