La romería de la Santa Faz de Alicante, una cita que aúna fe y cultura desde hace medio milenio
Se prevé que cientos de miles de alicantinos cumplan con la tradición de hacer la peregrina hasta el caserío que alberga la sagrada reliquia
«Para ser un buen alicantino, hay que ser herculano, foguerer y en Santa Faz peregrino». Así reza el refrán que refleja tres grandes pasiones de los habitantes de la ciudad.
Estos días, Alicante se viste de fiesta para la celebración de la romería a la Santa Faz en su año jubilar. Esta antigua tradición, que se remonta al siglo XV, conmemora el encuentro entre un sacerdote y un soldado que ofreció su velo a Jesús en su camino al Monte Calvario. La reliquia, que se encuentra en el Monasterio de la Santa Faz de Alicante, es el epicentro de esta festividad que une a la ciudad alrededor de esta fiesta religiosa que arrastra una tradición de 535 años.
La historia de la Santa Faz relata que una mujer llamada Verónica limpió el rostro de Jesucristo con su velo, dejando grabada su imagen en tres dobleces, una parte de aquel paño se encuentra en Roma, otra en Jaén y la última en Alicante.
La tradición cuenta que la Santa Faz fue trasladada desde Jerusalén hasta Constantinopla en busca de seguridad y posteriormente llegó a Venecia, donde se produjo un milagro durante una epidemia que fue atribuido a la reliquia. Finalmente, la Santa Faz llegó a Alicante acompañando a un cardenal, quien la entregó al sacerdote D. Pedro Mena, marcando así el inicio de su veneración en la ciudad.
El origen de la romería se remonta al año 1489, cuando Alicante sufría una pertinaz sequía. En medio de la procesión de rogativas, el sacerdote que portaba la Santa Faz experimentó un milagro: la imagen derramó una lágrima, poniendo fin a la sequía y otorgando esperanza a la población. Desde entonces, la romería se celebra cada año, reuniendo a miles de personas en un acto de fe, que con los años se ha convertido en una tradición que trasciende el ámbito religioso.
Este año, la romería adquiere un significado especial al ser su año jubilar, por lo que está previsto que reúna a cientos de miles de devotos en una manifestación de fe y devoción que marca el segundo jueves después de Pascua en Alicante.
En 2023, se contabilizaron alrededor de 300.000 peregrinos, demostrando el arraigo y la importancia de esta festividad en la vida de la ciudad.
Los preparativos comienzan con la denominada Peregrina Infantil, una celebración que involucra a miles de escolares de Alicante. Este evento, que tiene lugar la semana previa a la Peregrina principal, permite que los más jóvenes se sumerjan en la tradición y el significado de esta festividad centenaria.
La extracción de la sagrada reliquia
El punto culminante de la fiesta llega cuando los peregrinos alcanzan el Monasterio de la Santa Faz, donde se lleva a cabo la solemne apertura del camarín, custodiado por la comunidad religiosa y cerrado bajo cuatro llaves, en cumplimiento de la tradición y el protocolo secular. Este momento marca la extracción de la sagrada reliquia, un momento de profunda emoción para los fieles presentes.
El centro de la jornada es la Eucaristía solemne, presidida por el obispo de la Diócesis, con la asistencia de las principales autoridades locales y regionales. Tras la ceremonia, se imparte la bendición a los asistentes, implorando la misericordia de la Santa Faz con la triple invocación: «Faz Divina, Misericordia».
La celebración no termina con la ceremonia religiosa; la fiesta y la feria continúan hasta el domingo, llenando las calles de la zona. Decenas de miles de visitantes se unen a los residentes locales para disfrutar de esta tradición que trasciende a la fe.