El cura que 'bautizó' al Villarreal como «el submarino amarillo»
El apodo, que surgió gracias al capellán del pueblo y a una canción de los Beatles, se ha convertido en la seña de identidad del club de fútbol y de su ciudad
Los sobrenombres en el fútbol a menudo están arraigados en historias que resisten el paso del tiempo, y el caso del Villarreal CF y su apodo, el «submarino amarillo», no es una excepción. Pero, ¿cuál es el origen de este curioso nombre, más allá de la canción de The Beatles?
Aunque hoy en día el Villarreal CF es reconocido como uno de los equipos celebres en el fútbol español, la historia del apodo se remonta a la temporada 1967-1968 (45 años después de que el club naciera, en el 1923) cuando el equipo buscaba ascender a la Tercera División.
A finales de los años 60, el Villarreal era un humilde y sencillo club de fútbol de un pueblo, que luchaba en las categorías regionales por hacerse un nombre en el mundo del futbol. Pero gracias a la pasión y la determinación, tanto de sus jugadores como de sus aficionados, hizo posible que todo cambiara.
En su afán por ascender a la Tercera División, al Villarreal le faltaba algo crucial, un himno que los uniera y les diera fuerzas, de lo que no mucho más tarde se encargaría un aficionado muy especial.
Durante aquellos días de lucha por este ascenso, grupos de jóvenes aficionados se reunían en el bar La Granja (sede social de la entidad por aquella época), muy famoso en el pueblo en ese momento, y entre esos aficionados se encontraba alguien muy especial, el cura del pueblo Mosén Guillermo.
«Estábamos en el bar y por aquel entonces estaba muy de moda el grupo de Liverpool llamado Los Beatles. Había una máquina de discos, puse la moneda correspondiente en la máquina, y salió la canción Yellow Submarine», cuenta el capellán del equipo.
Una canción que se adoptó como himno en 1967, un año en el que el equipo amarillo logró el ascenso de categoría a la tercera división en el campo de Los Silos en Burjasot (Valencia). Tras ese tan deseado ascenso, se hizo una celebración entre los más allegados al club en el bar La Granja, donde la canción del grupo inglés no paró de sonar.
Fue uno de esos aficionados quien después de escucharla en el bar comenzó a hacer sonar la canción en las gradas del Madrigal, estadio del equipo amarillo que hoy en día se conoce como el Estadio de la Cerámica.
El Villarreal CF decidió adaptar la versión que el grupo español de pop-rock Los Mustang hicieron de esta canción de los Beatles, para que así a los directivos y seguidores del equipo amarillo les fuese más fácil cantar. Con letras adaptadas en español, entonaban el estribillo: «Amarillo, el submarino es, amarillo es, amarillo es». Esta elección musical no solo hacía referencia a los colores del equipo, sino también a su capacidad para «salir a flote» al final de cada temporada.
Lo que comenzó siendo una simple anécdota pronto se transformó en una seña de identidad para el club y, por consiguiente, para el pueblo, otorgándoles el apodo de «el Submarino Amarillo». Con este nombre, el equipo groguet (amarillito) logró ascender de las categorías regionales para destacarse en la élite del fútbol nacional e internacional.
Con el paso de los años, el «submarino» adoptó el amarillo como color principal de su uniforme, y durante la época dorada del club, en 2004 y 2005, decidieron vestir completamente de amarillo en honor a su apodo. Desde entonces, el himno del Submarino Amarillo ha sido una parte integral de la identidad del club, resonando en los corazones de los aficionados en cada partido.
Hoy en día, cuando el Villarreal CF sale al campo, el sonido del «Submarino Amarillo» resuena en el Estadio de la Cerámica, recordando tanto a los aficionados como a los jugadores la larga historia y la pasión que rodea a su equipo desde su humilde origen hasta sus logros más recientes, como el trofeo europeo en Gdanks, en la temporada 20-21.