Castellón La tragedia de Pilar: muere de cáncer al no poderse operar por las secuelas del incendio del tren de Bejís
La pasajera más afectada de los 49 que viajaban en el tren que quedó atrapado por el fuego en la zona de Claudiel no pudo extirparse un tumor maligno debido a sus graves heridas
Casi dos años después del trágico incendio de Bejís fallece la primera víctima. Pilar estaba en el tren que conectaba Valencia y Zaragoza, que se vio atrapado por las llamas en la zona de Claudiel. La mujer, que viajaba en el convoy junto con otros 49 pasajeros afectados, ha fallecido hace una semana.
Las llamas no fueron lo que mató a Pilar, al menos no en ese momento. La afectada tenía cáncer de páncreas y una operación programada para extirparle el tumor, pero este proceso no pudo llevarse a cabo debido a las graves quemaduras y heridas que sufrió a causa del fuego.
El tumor maligno, sumado a la espera, se convirtió en metástasis, según ha avanzado Las Provincias y ha podido confirmar El Debate de la mano de Isabel Irlandés, una de las principales afectadas por el incendio, que también viajaba en el tren.
En el suceso, más de una decena de los pasajeros resultaron heridos, tres de ellos de gravedad e ingresados en la UCI por el carácter grave de sus quemaduras, entre los que se encontraba la ahora fallecida.
El abogado que representaba a Pilar y a otras cinco víctimas, Sergio Méndez, se ha reunido con el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, para trasladarle cómo es la situación actual de los pasajeros afectados por el convoy calcinado y sus necesidades. «Para Pilar ya es tarde, pero todavía hay muchos afectados que necesitan ayuda. Los dejaron abandonados», ha expresado el letrado.
Este es el segundo encuentro que ha tenido el jefe del Consell con los representantes de las víctimas desde que llegó al cargo. Mazón ha trasladado todo su apoyo a los afectados y también ha recalcado el compromiso de la Generalitat Valenciana hacia ellos.
En esta reunión, Méndez ha expresado que las víctimas necesitan tratamientos que en muchas ocasiones no pueden permitirse, tanto para secuelas físicas como psicológicas. Uno de los ejemplos más claros de esta trágica situación que padecen los afectados por el incendio es Irlandés, que, como avanzó a El Debate, tiene unos gastos médicos que ascienden hasta los 500 euros mensuales.
Gastos médicos de por vida
Isabel fue la segunda víctima más afectada tras el incendio. Actualmente cuenta con un 20 % de injerto en su cuerpo, en las dos piernas, el brazo izquierdo y en la mitad de la cara y el cuello. «Son secuelas que tengo de por vida y esto me ha me ha supuesto a nivel físico una limitación», explicaba en una reciente entrevista a este medio la afectada.
Tras el accidente, Isabel ha cargado con todos los gastos médicos, tanto de ella como de sus dos hijos pequeños, que viajaban también en el tren: «Todos los gastos médicos salen de mi bolsillo, tanto fisioterapia como psiquiatría, psicología, terapias para llevar la ansiedad y los pensamientos intrusivos y ataques de pánico que tengo».
Se reabre el caso judicial
Además de la reunión con Mazón, el caso de los afectados por el incendio avanza también por la vía legal. Tras año y ocho meses sin respuesta y con el proceso judicial paralizado, la Guardia Civil ha presentado el informe que faltaba para poder reabrir la causa.
«Gracias a la presión de mi abogado y otros que se han unido a la causa, han conseguido que saliera adelante el informe y la Guardia Civil por fin lo trasladase al juzgado. Estamos pendientes de que se reabra el caso de nuevo. Nos han dicho que es cuestión de días o semanas, pero dentro de poco», ha confirmado Irlandés.
La Guardia Civil prueba en su informe a través de los mensajes de Telegram entre la Central de Prevención de Incendios Forestales y una empleada de la empresa de Vaersa que se actuó con una demora de 28 minutos para frenar el tren.
El accidente podría haberse evitado
Según el estudio realizado por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Burriana, las fotografías difundidas por la empleada de Vaersa «son suficientemente expresivas del alcance y la dirección del incendio, del frente de fuego y de la posición desde la cual son tomadas dichas imágenes», según ha afirmado la Guardia Civil.
Estas fotografías tomadas por la empleada comienzan a enviarse por Telegram pocos minutos antes de las 16:00 horas del 16 de agosto de 2022. La trabajadora fue constantemente actualizando la situación del fuego antes de que el tren se adentrara entre las llamas con los 49 pasajeros.
Los investigadores afirman que «en caso de haberse realizado un análisis y la correcta interpretación del contenido en las imágenes por parte de quien correspondiera, habría tiempo suficiente para haber adoptado alguna medida que impidiera el suceso en el que se vio involucrado el tren de pasajeros». Es decir, que la tragedia podría haberse evitado de haber habido una buena coordinación en las comunicaciones.
La empleada envió mucho antes de que se produjera la tragedia del tren de Bejís la actualización del incendio. Los mensajes estaban siendo leídos por la Central de Prevención de Incendios, pero la orden de parar la marcha llegó tarde y los pasajeros se vieron atrapados entre las llamas.