Bertín Osborne solo vende 155 entradas para su concierto en Valencia tras su fracaso en Madrid

Los conciertos que se celebran a lo largo de este mes en los Jardines de Viveros de Valencia son uno de los principales eventos que componen el amplio programa de la Gran Feria de Julio que tiene lugar en la ciudad del Turia, siguiendo así una tradición centenaria. En el cartel hay espectáculos de todo tipo y para todas las edades, con lo que se podrá disfrutar de rock, pop o música más tradicional.

Uno de los artistas invitados es Bertín Osborne. Al menos de momento. Y es que el cantante no pasa por su mejor momento profesional, más allá de otros asuntos que afectan a su vida privada. De cara a su cita en la capital autonómica, programada para el próximo día 21, las expectativas no son las mejores para sus intereses, dado que tan solo ha logrado vender 155 entradas hasta mitad de junio, según datos proporcionados por el Ayuntamiento levantino.

Aunque se trata de una cifras «variables» a la espera de añadir los últimos registros a la estadística, el hecho es lo suficientemente llamativo tratándose de un cantante como Osborne, quien, al menos hasta le fecha, lograba una amplia movilización entre sus seguidores. Además, esa pobre venta de tickets es aún más grave si se compara con la que están logrando otros grupos o artistas que tocarán en Viveros.

Problemas de iluminación y sonido

Así, el líder en la clasificación es The Cult, con 4.206 localidades ya compradas, y le siguen el andaluz Pablo López (2.370 entradas), Camela (2.208), Los Zigarros (2.073). Justo después se encuentran otros artistas, pero, en cualquier, caso, muy lejos de lo conseguido por Bertín: Taburete con 1.945; Niña Pastori, con 1.863; Gilberto Santarosa, con 1.708; Carlos Vives, con 1.677; Luz Casal, con 1601; Revolver, con 1.307; Wos, con 1.285; y Beret, con 1.235. Por encima de las mil entradas está El Arrebato, con 1.055).

El eventual varapalo a Osborne le llega en un contexto polémico, tan solo unos días después de que tuviera que cancelar una actuación en la localidad madrileña de San Antonio de Guadalix. En dicho evento, Bertín tan solo tocó unas canciones para su público. Según algunas versiones, esta abrupta circunstancia fue producto del enfado de Bertín al ver una muy escasa asistencia, con algunas quejas en redes sociales incluidas hacia la actitud del cantante y sus quejas en las que responsabilizaba al montaje de luces y sonido de lo sucedido de fracaso.

No obstante, la empresa aludida, Music Nights, emitió días después un comunicado en el que reconocía «problemas de sonido e iluminación» que, entre otros produjo que no se pudieran «encender las luces del escenario, a pesar de cambiar hasta tres veces de mesa de iluminación» o que no pudiera hacerse la pertinente prueba del sonido. Igualmente, la compañía negaba que el motivo de la suspensión fuera la escasa afluencia, puesto que «absolutamente todas las mesas del ruedo estaban llenas de público que había pagado la cena y había mucha gente en los tendidos».