El PP se abre a acuerdos puntuales con PSOE y Compromís tras la ruptura de Vox
Los 'populares' han acordado una ordenanza en Alicante con los nacionalistas y en la Diputación de Valencia su presidente se muestra abierto «al diálogo» tras el ofrecimiento de «estabilidad» de los socialistas
La ruptura de los gobiernos autonómicos impuesta directamente por Santiago Abascal en aquellos territorios en los que Vox compartía coaliciones con el Partido Popular no solo tiene efectos a nivel de organización de los respectivos ejecutivos, sino que también se traslada al equilibrio parlamentario y la posibilidad de que se saquen adelante leyes, especialmente las de Presupuestos, ya que la posición que vaya a adoptar el partido conservador a la vuelta de las vacaciones de verano es todo una incógnita.
En el caso de la Comunidad Valenciana, la postura adoptada por la formación 'verde', más allá de obligar a la recomposición gubernamental, ha hecho que el PP tenga que ampliar su abanico de pactos para seguir con su hoja de ruta, con lo que se ha abierto a negociar determinados aspectos con otras organizaciones como el PSPV-PSOE o Compromís.
De hecho, en Alicante, el alcalde ha acordado con los nacionalistas dar luz verde a la ordenanza de Ordenación de la Vía Pública ante la negativa de Vox a respaldarla. Allí gobiernan los 'populares', pero les falta un concejal para alcanzar la mayoría absoluta. Por ello, y ante la pregunta de El Debate acerca de si esos pactos serán puntuales o si, por el contrario, podrían convertirse en algo relativamente estables, fuentes municipales aseguran que el equipo de Gobierno liderado por Luis Barcala «permanece y permanecerá» con «la mano tendida».
«Diálogo constante y constructivo»
Esta predisposición, continúan, se realizará con «todos los grupos con representación en el Ayuntamiento» con tal de «llegar a acuerdos que atiendan al interés general y ayuden a solucionar problemas de los alicantinos». «Se trata de una actitud de diálogo constante y constructivo con todos para que Alicante siga avanzando», subrayan.
En cuanto a la Diputación de Valencia, tras la repentina patada en el tablero político dada por Vox, ha sido directamente el PSPV-PSOE quien se ha ofrecido al presidente, Vicent Mompó, del PP, para alcanzar un «acuerdo de estabilidad». Al igual que en Alicante, en el organismo provincial los de Abascal no están integrados en el Gobierno, aunque sus votos sí serían necesarios para aprobar medidas.
Mompó no ha cedido a la propuesta de Carlos Fernandez Bielsa, que además es el secretario general de la federación socialista en la provincia de Valencia, porque no se ha reunido con él para detallarle en qué consiste ese movimiento ni le ha presentado, según señala la propia Diputación, «ninguna propuesta». Aún con todo, y a pesar de reconocer sentirse «sorprendido» por el ofrecimiento, el presidente considera «bueno» que el socialista deje «atrás el radicalismo del inicio del mandato», por lo que está abierto «al diálogo» y a «llegar a consensos».
«Todo puede pasar»
Sin salirse del límite de Valencia, el PP tiene dos asuntos polémicos. Uno de ellos es la relación con Vox en el Ayuntamiento de la capital regional, que se ha visto agrietada a raíz de la aprobación de la licencia para retomar las obras del Nuevo Mestalla. A pesar de contar con la oposición de los conservadores y de que los votos del PP, Compromís y el PSPV-PSOE hayan permitido su aprobación, no parece que el Ejecutivo local vaya a quebrar. Al menos, de momento.
En la localidad de Sueca la situación es distinta o, cuanto menos, pintoresca. El alcalde, Dimas Vázquez (PSPV-PSOE), se enfrenta en los próximos días a una moción de censura. Ésta ha sido planteada por los independientes de Sueca per Davant (Sxd), que comparten coalición y Compromís. Tras el registro de la iniciativa, el regidor fulminó a los tres ediles de Sxd y, en aras de salvaguardar el puesto, pidió ayuda al PP, que cuenta con tres asientos en el Pleno municipal. Todos ellos, tras las respectivas negociaciones, llegaron a un acuerdo con el preceptivo reparto de competencias y carteras, pero las direcciones provincial y regional de la formación han desacelerado lo andado a la espera de estudiar todo y dar el visto bueno definitivo.
En este sentido, fuentes 'populares' de toda solvencia a las que ha preguntado este periódico apuntan que en Sueca «todo puede pasar», a la par que matizan un aspecto notable: «Lo que es destacable es que los dos partidos de izquierdas piden apoyo y ayuda al PP. Para pactar cosas para ellos no se hacen tanto de rogar», zanjan.