Los escudos de las familias nobles de las primeras Cortes Valencianas vuelven restaurados a la institución
Además de estos 38 emblemas, también se encuentra el escudo del Rey Jaime I El Conquistador, que hasta ahora se ubicaba en el Ayuntamiento de Valencia
El Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación (IVCR+i) de la Generalitat Valenciana está reacondicionando las reproducciones de 38 escudos de las familias nobles que asistieron a las primeras Cortes del Reino de Valencia o Cortes Forales Valencianes (siglo XIII - siglo XVIII), así como la réplica del escudo del Rey Jaime I El Conquistador, ubicada hasta ahora en el Ayuntamiento de Valencia.
Las piezas, una vez restauradas, serán expuestas en el propio Palacio de los Borja, actual sede del Parlamento valenciano «en reconocimiento» a esas primeras familias que iniciaron el poder Legislativo valenciano de hoy día. Al respecto, las reproducciones fueron elaboradas en los años 90 por los artistas Xavier Sambonet y Xavier Ferragut. Éstos tuvieron en cuenta la simbología de cada familia noble y el estilo propio de la Edad Media, según las referencias que tomaron de un libro que databa de finales del siglo con el objetivo de completar la muestra Las Cortes Valencianas, un Paseo per la Historia, que entre 1994 y 1995 recorrió Castellón, Valencia y Alicante.
Después del comienzo de las restauraciones hace dos semanas, la secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, ha visitado las instalaciones del IVCR+i. Allí ha indicado que esta labor de conservación tiene como objetivo «hacer referencia a esas primeras familias que formaron parte de la historia de Valencia», todas ellas «muy conocidas» al ocupar la simbología urbana a través de la nomenclatura de las calles u otros elementos.
Emblemas policromados
Su importancia radica en que se pueden ver y conocer los motivos heráldicos de cada una de las principales casas nobiliarias asentadas en territorio valenciano en la época, como por ejemplo el toro sobre la hierba de la familia Borja, los rombos en damero de los Centelles, las lunas invertidas de los Llançol, las monedas de los March, o las rosas de los Vilarrasa, entre otros.
Los linajes asistentes a las primeras Cortes Forales del Reino de Valencia y que están representadas en los escudos son los siguientes: Almunia, Boïl, Borja, Cardona, Carros, Català de Valeriola, Centelles, Crespí de Valldaura, Cruìlles, Despuig, Escrivà, Cervató, Ferrer, Vilanova, Sànchez Zapata de Calatayud, Ixer, Joan, Ladró de Vilanova, Llançol, Maça de Linaza, March, Marrades, Martorell, Mercader, Montagut, Montplau, Pardo de la Casta, Rabaça, Rocafull, Roiç de Corella, Soler, Sorell, Tolsà, Vilaragut, Vilarrasa, Vich, Pròxida y Milà.
Además, Tébar explica que estos escudos estaban «guardados por la Generalitat» y tras haber sido localizados «recientemente», se procederá a su recuperación, que «por lo menos llevará un mes o más», a lo que añade que «sería estupendo que estuviesen colocados en las Cortes el 9 de Octubre», que es el Día de la Comunidad Valenciana: «No se tenía ninguna referencia a estas familias nobles que participaron tanto en la Conquista de Valencia por Jaume I en 1233 como en las primeras Cortes; yo creo que es una buena ocasión para poderlos tener expuestos», destaca la número dos de la Consejería de Cultura.
Asimismo, insiste en que «no se trata de devolver» al Parlamento autonómico «una reproducción de lo que hubo, sino de representar a las familias que asistieron al primer órgano normativo valenciano», ya que allí «nunca» hubo escudos, imágenes ni ningún tipo de representación de las casas.
En concreto, los 38 emblemas están hechos de madera, además de tener un lienzo adherido, y son piezas policromadas, en muchos casos doradas y plateadas. Contienen símbolos de las familias nobles, todos ellos medievales, como son los peces, las estrellas, la flor de lys, o la media luna: «Están retocándose porque tenían golpes y falta de materias, con lo cual se está haciendo una labor de reinserción, de limpieza y recuperación», ha detalla Tébar, añadiendo que, de esta forma, «la labor de reacondicionamiento se está centrando en »rozaduras y problemas surgidos de la manipulación de las piezas».
Por último, el Instituto de Conservación señala que «algunos desperfectos fueron hechos a propósito por los artistas, imitando la antigüedad de cómo serían los escudos» y que algunos conservan anclajes antiguos por el reverso y otros no, por lo que también se están adaptando para ser expuestos.