Vista del incendio que calcinó un edificio entero del barrio de Campanar, en Valencia, el 22 de febrero de este año
Se cumplen seis meses del incendio de Campanar: de la tragedia a la esperanza en rehabilitar el edificio
La investigación judicial sobre el fuego, que devoró en cuestión de minutos todo el inmueble dejando diez víctimas mortales, se ha reabierto, a la par que los vecinos sueñan con volver a una finca que ahora está calcinada
Este jueves se cumplen seis meses del incendio del edificio del barrio valenciano de Campanar. Medio año desde que aquella tarde, también jueves, los vecinos de la capital del Turia y de toda España quedaran compungidos viendo en directo cómo la moderna finca de la avenida Maestro Rodrigo ardía en cuestión de minutos sin piedad por unas llamas que dejaron diez víctimas mortales, decenas de heridos y que truncaron las vidas de 138 familias.
El inmueble todavía sigue en pie. De hecho, están comenzando las labores de desescombro para proceder a su rehabilitación, pero resulta imposible pasar por sus alrededores y no recordar imágenes como la del angustioso rescate de una pareja cuya casa estaba siendo devorada por el fuego y que fue salvada por los Bomberos prácticamente en el último minuto.
Condolencias y visitas institucionales
El trágico día sacudió a una ciudad que estaba a menos de una semana de la Crida, el acto que da comienzo a las Fallas y que tuvo que ser aplazado en señal de luto y respeto. Durante las jornadas posteriores, las muestras de condolencias se contaron por miles, incluidas las visitas a la zona cero del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y de los Reyes de España, don Felipe y doña Letizia.
Los ánimos estaban por los suelos, pero el suceso también supuso un enorme reto para las administraciones. Así, el mismo 23 de febrero, el Ayuntamiento inició los trámites para poner a disposición de los vecinos afectados un edificio de titularidad municipal todavía a estrenar con tal de que pudieran comenzar a rehacer sus vidas bajo el techo de una casa y no el de un hotel. Igualmente, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, reunió de urgencia a su Consell para aprobar medidas, como ayudas de entre 6.000 y 10.000 euros para hacer frente a las necesidades básicas en los primeros días tras el incendio.
Los Reyes, durante el saludo a los profesionales que participaron en las labores de extinción y rescate en Campanar
Además, el decreto del Ejecutivo regional contemplaba cuantías que iban de los 1.000 a los 1.500 euros destinadas al alquiler de otro inmueble, mientras que los vecinos que optasen por la compra de otra casa estarían exentos de abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. También, establecía la gratuidad del transporte público dependiente del ámbito autonómico, así como la asistencia psicológica permanente y gratuita. En cuanto al Gobierno central, el Consejo de Ministros sacó adelante una batería de iniciativas en este mismo sentido.
Con los supervivientes reubicados, la actualidad en relación al fuego en Campanar ha tenido dos grandes asuntos. El primero es el que se refiere a la investigación judicial. En un primer momento, el juez instructor archivó la causa el 8 de marzo al apreciar que el origen de las llamas no era de carácter delictivo. Sin embargo, tras algunos recursos de vecinos, que más tarde se constituyeron en asociación para saber «por qué en menos de 50 minutos ardía un edificio entero», y el rechazo de la Fiscalía a la decisión del magistrado, la Audiencia de Valencia ordenó reabrir el procedimiento para que se practiquen «todas las diligencias que sean necesarias» en aras del «esclarecimiento de los hechos».
Fachada calcinada del edificio incendiado en el barrio valenciano de Campanar
Casi en paralelo, las pesquisas policiales apuntaban el origen del fuego. De este modo, descartaban que comenzase por un fallo en el mecanismo de un toldo eléctrico, tal como se dijo en días y semanas posteriores al 22 de febrero, y señalaba que la causa primera tuvo como «único y principal» foco el frigorífico de la vivienda número 86 del edificio siniestrado, concretamente en su «parte trasera». «Así, se trabaja con la hipótesis de que una pequeña fuga en los conductos de canalizaciones del refrigerante, provoque la salida del mismo a la atmósfera, y ante cualquier chispa o incluso la electricidad estática del aparato cause la inflamación del mismo», explicaba el informe.
Por último, el segundo escenario es el de la rehabilitación de la finca. En todo momento, ésta ha sido la prioridad de las víctimas, que pretenden volver algún día a la casa que compraron y que ahora es un armatoste gris lleno de escombros y recuerdos. Como se ha mencionado, las actuaciones para hacerlo posible ya han comenzado, si bien no serán en absoluto baratas, ya que el presupuesto total de la obra para la reconstrucción definitiva asciende hasta los 30 millones de euros.
