La línea roja de los de Abascal
Vox supedita la aprobación de las Cuentas valencianas a que Mazón frene la llegada «indiscriminada» de menas
Vox sigue sin transigir con el reparto de menores extranjeros no acompañados que produjo la ruptura del Gobierno de coalición en la región, lo que condicionará unos Presupuestos para los que el Ejecutivo 'popular' buscará el apoyo de todos los grupos
Al igual que el reparto de menores extranjeros no acompañados (menas) supuso el fin del Gobierno de coalición de PP y Vox en la Comunidad Valenciana, este asunto podría, asimismo, constituir el motivo por el que se dinamite la aprobación de los Presupuestos del Ejecutivo de Carlos Mazón para 2025.
El Consell, ya monocolor desde el pasado julio, trabaja en el documento que presentará en las Cortes Valencianas antes del próximo 31 de octubre, y que deberá ser aprobado en diciembre con el apoyo o la abstención de los de Santiago Abascal toda vez que PSPV y Compromís ya han avanzado que no le darán su visto bueno a las Cuentas de los 'populares', sean estas las que sean.
Los Presupuestos de 2024 contaron con el OK de ambas fuerzas de derechas, en un momento en el que la sintonía entre Mazón y el exvicepresidente Vicente Barrera era palpable. Ahora, sin embargo, en esta nueva fase política para ambos partidos iniciada hace dos meses el PP deberá sudar la aprobación parlamentaria para conseguir hacer valer la mayoría absoluta que lograría con los 13 diputados autonómicos de Vox, con los que alcanzaría 53 apoyos, tres más de los 50 que establecen las Cortes Valencianas.
«Nuestra línea roja en los Presupuestos es nuestro programa. Abascal ha reiterado que no estamos dispuestos a recibir indiscriminadamente a menores no acompañados, ya que suponen grandes riesgos a la seguridad de los españoles y perjudica a la integridad de los españoles», delimitaba este martes el portavoz de Vox en la Cámara autonómica valenciana, José María Llanos, quien explicaba en declaraciones a los medios que «cuando Vox ocupaba las tres consellerias, se estaban preparando ya las Cuentas para 2025».
«Antes de valorar los presupuestos –matizaba–, Vox los estudiará y analizará. No hay ninguna negociación todavía hasta que no nos pasen la documentación correspondiente. Los presupuestos no se hacen de hoy para mañana». Según avisaba el síndico de Vox, el PP debe estar dispuesto a que «no se aplique el cien por cien» de su programa porque, al no gobernar con mayoría absoluta, «hay que negociar». Y ahí sigue estando la losa del acogimiento de inmigrantes.
Ni «buenismo» ni «rechazo frontal»
Un asunto al que el propio Mazón se refería en un foro económico, también este martes, instando a todas las fuerzas políticas a «elevar el nivel del debate» y «mirar de frente» al «gran reto» que, explicaba, supone el fenómeno migratorio, sobre todo en el caso de los menores. «El buenismo no arregla el problema», pero tampoco el «rechazo frontal», argumentaba.
Unas declaraciones que se producían el mismo día que su jefe de filas, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, firmaba con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, un acuerdo de nueve puntos con el objetivo de «atajar de raíz el problema de la inmigración irregular» con una «política de Estado que implique a todas las administraciones».
El PP exige al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se pongan «a disposición de las comunidades autónomas infraestructuras de la Administración General del Estado que estén vacías o en desuso para la atención y alojamiento» de los inmigrantes o «financiar un fondo de contingencia en favor de las CC. AA. para posibilitar recursos económicos y financieros para tratar a los menores hasta la edad de emancipación», entre otros. Y es que, como recordaba Mazón, los centros de acogida para menas en la región están «al 180 %» de su capacidad.
Desde el PSPV, su síndico, José Muñoz, adelantaba la misma jornada que si Mazón «sigue exclusivamente defendiendo los intereses de Génova y de Abascal, evidentemente el PSPV no apoyará esas Cuentas y presentarán una alternativa». Por su parte, su homólogo de Compromís, Joan Baldoví, descartaba que su partido emita un voto que no sea negativo y anunciaba que los nacionalistas presentarán unos Presupuestos alternativos «diametralmente» opuestos a los de los 'populares'.
El plan b, una prórroga
Desde el Grupo Parlamentario Popular insistían en que ellos negociarán los Presupuestos «sin vetar a nadie», en palabras de su portavoz parlamentario, Juanfran Pérez Llorca, en la misma línea que Mazón, quien apuntaba a que desde su formación se hablará «con todos los grupos políticos» y se los escuchará con el objetivo de atender e incorporar sus propuestas «si hay algo positivo» en las mismas.
Los 'populares' tienen todavía más de mes y medio por delante hasta que suene la bocina, pero la propia consejera de Hacienda, Ruth Merino, admitía hace unos días que si bien la intención del Consell es presentar las Cuentas «en tiempo y forma», no descartaba tener que prorrogar las de 2024.