Imagen de la Audiencia Provincial de Castellón
32 años de cárcel para un hombre que ató, torturó y violó a su novia en Castellón
El condenado la acusaba de ser infiel y la sometía a «pruebas» para comprobarlo e incluso llegó a amenazarla con un revolver en la boca
Hace un año procesaron y condenaron a un hombre a 32 años de cárcel por dos delitos de agresión sexual, dos de maltrato y otros dos de amenazas, además de delitos de coacciones, lesiones, trato degradante hacia su novia y tenencia de armas prohibidas. Pasado este tiempo, ahora el Tribunal Superior de Justicia y el Tribunal Supremo han ratificado la condena impuesta al acusado en Castellón, según ha confirmado el periódico Mediterráneo.
Estos hechos, que el hombre realizaba de forma continuada a la víctima, se originaron en 2019, cuando ambos se conocieron y comenzaron una relación sentimental. La resolución del caso mantiene que, durante los meses de relación, cuando no coincidían en el horario laboral del trabajo, él la obligaba a quedarse en el coche aparcado dentro del centro, donde no la dejaba salir y acudía de forma esporádica para controlarla.
Así fue cómo comenzaron los actos de control y abuso sobre la pareja, con continuas humillaciones que empezaron con la escena del vehículo y continuaban en la vivienda en la que convivían.
Los celos era lo que el condenado utilizaba para justificar los actos vejatorios y humillantes que realizaba sobre ella de forma continua. La obligaba a desnudarse casi desde el inicio de la relación para comprobar si había mantenido relaciones sexuales con otros hombres.
En varias ocasiones le ató también las muñecas y los tobillos utilizando cinta americana, para interrogarla sobre supuestas infidelidades, mientras le golpeaba con un cinturón, le tiraba un cubo de agua fría o le daba patadas.
Amenazas con armas
La situación era tal, que el hombre incluso acusó a la pareja de serle infiel y haber mantenido relaciones sexuales con un perro. Ese episodio sucedió en el mes de noviembre, cuando tras acusarla de esos hechos, el hombre la inmovilizó y la violó en la vivienda.
Los episodios de violencia fueron escalando y en enero de 2020 la amenazó con un arma. Tras acusarla de una infidelidad, la obligó a desnudarse y le metió en la boca un revólver y accionó el gatillo, sin que la pistola llegara a disparar. Un arma que se ha comprobado que el hombre no tenía permiso de tenencia.
El mismo día de la amenaza con la pistola, también le quemó la mano, le acercó la cabeza al fuego de la cocina y le provocó así quemaduras en parte del pelo.
Cuando la situación ya se había vuelto insoportable para la víctima y tras una nueva amenaza con arma, esta vez con un machete, el 13 de enero la mujer se tiró del vehículo en marcha que conducía para pedir ayuda por las inmediaciones de la Ciudad de la Justicia de Castellón.
La víctima fue auxiliada por guardias civiles del Palacio de Justicia, que detuvieron al agresor. La sentencia de la Audiencia, contó con el voto particular de uno de los magistrados y ahora ya está ratificada por el TSJ y el Supremo.
