Imagen del paisaje de Puebla de Arenoso, un municipio del interior de la provincia de CastellónTurismo Comunidad Valenciana

Los «pueblos fantasma» de la Comunidad Valenciana que podrían desaparecer por culpa de la despoblación

La región cuenta con 178 municipios en zonas rurales que podrían pasar a la historia

La despoblación se ha convertido en un grave problema en todo el país, donde cada vez son más los municipios con una población envejecida, que se va reduciendo a pasos agigantados. Según los datos de la Federación Española de Municipios y Provincias, la mitad de las localidades del país se encuentran en riesgo de extinción y alrededor de 5.000 sobreviven con menos de mil habitantes y un relevo generacional casi nulo.

En el caso de la Comunidad Valenciana, de los 542 municipios que hay entre las tres provincias, 178 se encuentran en riesgo de despoblación y todos ellos pertenecen a zonas rurales. Pese a los esfuerzos de la Generalitat Valenciana y las políticas de las diferentes Diputaciones Provinciales, esta cifra no para de crecer.

Se trata de los conocidos como «pueblos fantasma» que, ya sea históricamente o en las últimas décadas, se han quedado con una población por debajo de los 50 habitantes censados.

Valencia

La provincia de Valencia es la más poblada, pero la mayoría de su habitantes se concentran en pocos núcleos urbanos y el 70 % de sus localidades no alcanza los 5.000, con una densidad de población que se sitúa por debajo de la media nacional, dejando un elevado número de municipios con un censo inferior a los 100 habitantes.

Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2022, hay dos municipios de la provincia con menos de un centenar de habitantes y que además destacan por haber perdido población significativamente en los últimos diez años.

Imagen del paisaje de Puebla de San Miguel, en la provincia de ValenciaJorge Garcia Romeu/Turismo Comunidad Valenciana

Entre ellos se encuentra Puebla de San Miguel. Un municipio que en el último censo cuenta con 59 habitantes, 14 menos que en 2002, cuando tenía 73. El otro destacado es Sempere, ya que hace un año eran tan solo 26 vecinos censados, 15 hombres y 11 mujeres, 12 menos que hace 20 años. Además, es el municipio con menos habitantes de Valencia y el segundo más despoblado de toda la Comunidad Valenciana.

Alicante

  • Aunque la provincia de Alicante se caracteriza por tener municipios bastante poblados, donde más de la mitad supera la densidad media nacional y el 59 % tiene una población superior a los 5.000 habitantes, también cuenta con algunos pueblos en peligro de extinción.

Uno de los más sonados es Famorca, un minúsculo municipio de menos de 10 kilómetros cuadrados. Tuvo su techo poblacional en 1910 con 307 habitantes y, desde entonces, no ha habido década que no haya perdido vecinos en su censo hasta el último oficial: 45 personas.

Tollos, en el valle del río Seta 37 a casi 800 metros de altitud, estuvo sin ningún vecino tras la expulsión de los moriscos en 1609 y su repoblación fue a cuentagotas, alcanzando en 1860 el pico de 354 habitantes. Pero en los años 60 Tollos volvió a la realidad y su censo no ha dejado de caer hasta sus 37 vecinos y vecinas actuales. El único punto que mantiene con vida a esta pequeña localidad es una residencia de ancianos, donde sus residentes se acaban empadronando allí.

Castellón

La provincia de Castellón es la más despoblada, con el 87 % de sus municipios con una población menor de 5.000 habitantes y el 82 % tiene una densidad de población menor de la media española. Además, es la que cuenta con más localidades diminutas a punto de desaparecer.

Castell de Cabres es conocida por ser la localidad más despoblada de la autonomía. Situada al noroeste de Castellón, cuenta con una resistencia de tan solo 22 vecinos, 12 hombres y 8 mujeres para una superficie de 30 kilómetros cuadrados y sus habitantes no han variado en los últimos 30 años.

Fuente de la Vila de Castell de CabresTurismo de la Comunidad Valenciana

Otros municipios con características similares son Fuente de la Reina o Palancas. El primero, situado en la sierra de Montalgrao, a unos mil metros de altitud, tiene tan solo 7 kilómetros cuadrados y su población se ha reducido de 600 habitantes hace un siglo a los 49 de la actualidad.

El último pueblo es Palancas, prácticamente rozando con Aragón y a casi 700 metros de altura, con 14 kilómetros cuadrados y tan solo 36 habitantes, 23 hombres y 15 mujeres. El pico lo alcanzaron en 1887 con 425 habitantes y el suelo en el año 2000, con solo 21.