Mónica Oltra y Joan Baldoví, durante un acto de Compromís, en una imagen de archivo

Mónica Oltra y Joan Baldoví, durante un acto de Compromís, en una imagen de archivoEuropa Press / Jorge Gil

La debilidad interna de Compromís le aboca a un tenso Congreso entre los partidarios de Baldoví y los de Oltra

La gestión orgánica de Més, el partido del portavoz nacionalista en las Cortes, recibe un más que discreto respaldo entre sus propias bases y da alas a Iniciativa, la formación de la exvicepresidenta, para respaldar sus tesis y no sufrir más humillaciones en las listas

En jerga futbolística se suele decir que «cuando la pelotita no quiere entrar, no entra» para referirse a que, pese a que las circunstancias pueden ser favorables para lograr algo positivo, en este caso goles, por un motivo o por otro no acaba de ejecutarse. Llevando esa expresión al terreno de la política, en la Comunidad Valenciana bien se le podría aplicar a Compromís, ya que, aunque pudiera haber contextos que facilitasen encontrar su tan ansiada estabilidad interna, no alcanza a conseguirla.

Es cierto que las últimas encuestas no le pronostican un buen resultado ni volver al Consell en el caso de que se adelantasen las elecciones autonómicas previstas para 2027, pero no lo es menos que la oposición en las Cortes regionales está siendo más efectiva que la de sus antiguos socios del PSPV-PSOE. Además, en el aparentemente irreparable desconocimiento ciudadano de la líder socialista, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, los nacionalistas también tienen una buena oportunidad a explorar.

Sin embargo, los líos internos y Compromís forman un binomio indisoluble. Si un período entre comicios y comicios suele atemperar los ánimos internos, en la coalición valenciana no han seguido esa tácita costumbre y ya están dando las primeras señales de gresca orgánica. La última muestra ha sido el escaso apoyo entre los dirigentes de Més, el partido mayoritario de los tres que forman la organización, a la labor llevada a cabo por su actual cúpula y, en particular, por su secretaria general, Amparo Piquer, en el Congreso que se celebró la pasada semana.

El reloj corre en contra de Compromís

Obtuvo un más que discreto 53 % de los respaldos. Volviendo al mundo balompédico, al palo y gol. El resultado le permite revalidar su puesto, pero deja un indudable rastro de división de puertas hacia dentro y, de manera directa, afecta de plano al líder de facto de Compromís y de Més, su portavoz en las Cortes Valencianas, Joan Baldoví. Si esta circunstancia debe ser de preocupación para cualquier dirigente político, debería serlo más aún cuando en cuestión de meses tendrá lugar el Congreso Nacional de la formación, al que acudirán Més (partido de Baldoví), Iniciativa del Poble Valencià (el de la exvicepresidenta Mónica Oltra) y Els Verds.

Entre ellos deberán acordar cuál va a ser el rumbo de la formación partiendo desde el inmediato plazo porque los tiempos apremian. Si el síndico y su equipo llegasen a la cita con un aval holgado a su ejecutoria y no el que tienen, sería de suponer que sus tesis se impondrían sobre las de las otras dos 'familias'. En cambio, el contexto es otro y se prevé que en el cónclave, que según fuentes del partido consultadas por El Debate será «a lo largo de 2025», vayan a exhibirse las diferencias entre las posturas de las dos últimas caras más visibles del nacionalismo valenciano.

Joan Baldoví y Mónica Oltra, durante un acto de Compromís

Joan Baldoví y Mónica Oltra, durante un acto de CompromísEFE

De este modo, los afiliados de Més y los de Iniciativa presumiblemente discreparán en materias como si Compromís se configura finalmente como un partido político al uso y deja su actual estatus o hasta qué punto se permite la acción directa de personas y colectivos ajenos al aparato.

Pero los dos grandes asuntos de fricción serían la evaluación y eventual renovación del pacto electoral con Sumar (bastante discutido en algunos sectores) y, en paralelo, el papel que cada 'pata' jugará en la confección de las distintas listas una vez los ciudadanos sean llamados a las urnas. En este sentido, desde la salida de Oltra tras ser investigada por el presunto encubrimiento de los abusos sexuales de su exmarido a una niña de 14 años tutelada por la Consejería que ella misma dirigía, Baldoví ha impuesto a los candidatos que él quería y los ha colocado en los puestos que él deseaba en las sucesivas elecciones que ha habido.

Esto ha sido en detrimento de Iniciativa, que, no solo ha mostrado en público y en privado su frontal desacuerdo hacia esa actitud y ha llevado la polémica al borde de la ruptura total, sino que algunos de sus miembros ya han avisado a Més de que no tolerarán otra sumisión más, por lo que impedirán que «una de las partes pueda ser el todo», en clara alusión a Més.

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