La izquierda convierte el Pleno valenciano en un bronco «circo» y obliga a la presidenta de las Cortes a pararlo

gritos, insultos, aspavientos y cánticos de «dimisión» contra Carlos Mazón. Inusual tensión la que se está viviendo este jueves en el Pleno de las Cortes Valencianas, que ha obligado a su presidenta a imponer un receso de diez minutos en el momento en el que el presidente de la Generalitat Valenciana tenía el uso de la palabra.

La ira se ha desatado después de que Mazón criticara que el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, sacase «rédito político» de la catastrófica dana, que se ha cobrado la vida de más de dos centenares de personas. En ese momento han comenzado a escucharse gritos desde los escaños de la formación nacionalista y del PSPV, ante las infructuosas llamadas al orden de la presidenta de la Cámara, Llanos Massó.

Baldoví ha pedido la dimisión de Mazón entre acusaciones por su presencia en el restaurante El Ventorro la tarde de la gota fría y el cese del consejero de Educación, José Antonio Rovira, que estaba visiblemente alterado y reprochando que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, huyó de Paiporta durante la visita con los Reyes y el propio Mazón, que ha reivindicado que él sí se quedó aguantando el enorme enfado de los vecinos y tildaba de «circo» la situación en las Cortes.

Los gritos e insultos se han cruzado entre los miembros de PP, PSPV, Compromís y Vox con lenguaje grueso y con el síndico socialista, José Muñoz, levantado fuera de su escaño gesticulando y vociferando «¡es una vergüenza!», ante lo que el vicepresidente primero de la Mesa de las Cortes, Alfredo Cesáreo Castelló, apremiaba a Massó a suspender temporalmente la bronca sesión. La dirigente de Vox así lo ha ordenado. «De esta forma es imposible continuar la sesión», ha lamentado.