Navidad
El Belén de Tirisiti: tradición, sátira y cultura popular en la Navidad alcoyana con dos siglos de antigüedad
Desde el siglo XIX, este espectáculo único de títeres de varilla es un referente navideño y cultural en Alcoy
En Alcoy, una de las ciudades con más tradición e historia navideña en la provincia de Alicante, este acontecimiento tiene un comienzo especial: el inicio de las representaciones del Belén de Tirisiti. Este espectáculo de marionetas de varilla, único en el litoral mediterráneo, marca el arranque de las celebraciones navideñas y simboliza una fusión excepcional entre la tradición religiosa, el costumbrismo y el humor popular.
El Belén de Tirisiti, como es conocido hoy, proviene de la fusión de tres belenes representados anualmente a finales del siglo XIX. Este teatro de títeres, que se exhibía en barracones de feria en plena industrialización de Alcoy, estaba dirigido a un público familiar y pronto se convirtió en un elemento imprescindible de las festividades navideñas. A través de los años, su argumento ha mantenido la esencia popular de sus inicios, combinando escenas tradicionales del Evangelio, como el Nacimiento de Jesús o la llegada de los Reyes Magos, con episodios satíricos y costumbristas del Alcoy de antaño.
En sus representaciones desfilan personajes como el sereno, el sacristán, el retor, la ventera Tereseta y su marido Tirisiti, el abuelo y las beatas, quienes protagonizan escenas de gran comicidad. Además, se incorporan elementos únicos de la cultura local, como las fiestas de Moros y Cristianos, la aparición de san Jorge y la ascensión en globo de Tirisiti, siempre bajo un tono humorístico y repleto de anacronismos que enriquecen el espectáculo.
Un patrimonio protegido para el futuro
Esta representación fue declarada Bien Inmaterial de Interés Cultural (BIC) en noviembre de 2002 por la Generalitat Valenciana. Este reconocimiento, respaldado por informes del Consejo Valenciano de Cultura y la Real Academia de Bellas Artes, asegura la conservación de este tesoro cultural bajo la tutela del Ayuntamiento de Alcoy. Actualmente, el espectáculo es gestionado por la compañía teatral La Dependent, que cada año garantiza la fidelidad de sus representaciones.
Desde 2006, el Belén se representa en el Teatro Principal de la ciudad, dejando atrás los antiguos barracones. Esta modernización no ha alterado la esencia de la tradición, pero sí ha permitido abrir el espectáculo a un público más amplio, con funciones destinadas a centros escolares y sesiones familiares durante las vacaciones navideñas. Así, la ciudad de los puentes ha logrado proyectar esta joya cultural más allá de sus fronteras, recibiendo a visitantes de otras zonas de la provincia.
Sátira, lengua y actualidad
El espectáculo destaca por su argumento, pero también por su singular estilo narrativo. Mientras los personajes hablan en valenciano y con una peculiar lengüeta que distorsiona sus voces, el narrador se encarga de repetir los diálogos en castellano, haciendo comprensible la acción para un público más amplio. Esta dualidad lingüística, junto con el uso de refranes y dichos populares, enriquece el espectáculo y lo conecta con la tradición oral.
Además, cada año se incorporan referencias a temas de actualidad, lo que mantiene el interés de los asistentes y añade una dimensión contemporánea al espectáculo. Los comentarios satíricos, realizados por el propio Tirisiti, arrancan risas y reflexiones, convirtiendo esta obra en un espacio de diálogo entre el pasado y el presente.
Una experiencia breve pero inolvidable
Con una duración aproximada de 30 minutos, se ofrece una experiencia intensa y emotiva que combina arte, tradición y cultura popular. Su público principal es infantil, pero su riqueza simbólica y humor atraen también a adultos, convirtiéndolo en un evento intergeneracional. El espectáculo narra el nacimiento de Jesús y las aventuras de Tirisiti, pero además invita a los espectadores a viajar en el tiempo y revivir las tradiciones alcoyanas en un marco navideño único.
Más allá de su valor como patrimonio cultural, también se ha convertido en todo un símbolo de la identidad de Alcoy. Representa la creatividad, el humor y la capacidad de la ciudad para preservar sus tradiciones como también ocurre con otras festividades alcoyanas como la cabalgata de Reyes Magos o los Moros y Cristianos.