Vandalizan un belén en Valencia, en una preocupante tendencia contra las tradiciones cristianas
El incidente en Canals se suma a otros actos contra belenes en otras localidades del país en años recientes
El Ayuntamiento del municipio valenciano de Canals ha denunciado un nuevo acto de vandalismo contra el belén instalado en la plaza del Puente del Río. Según comunicaron a través de sus redes sociales, el nacimiento apareció dañado y en un estado deplorable. «Un año más tenemos que lamentar un acto de este tipo. Desde el Ayuntamiento de Canals volvemos a pedir respeto por aquello que es de todos: edificios, instalaciones y mobiliario urbano», expresaron en un mensaje en su página oficial de Facebook.
La Policía Local de Canals ya está trabajando para localizar a los responsables de este ataque, que afecta no solo al mobiliario público, sino también al significado cultural y espiritual que estos elementos tienen para la ciudadanía. «La zona está vigilada», aseguró el Consistorio.
Este lamentable incidente no es un caso aislado. En años anteriores y en otros puntos del país, diferentes belenes han sido objeto de robos y actos irrespetuosos. En la Comunidad Valenciana, uno de los episodios más sonados ocurrió el pasado año en San Vicente del Raspeig, en Alicante, donde un grupo de jóvenes se llevó la figura del Niño Jesús del belén municipal. Los responsables grabaron un vídeo exigiendo un rescate de 2.000 euros para su devolución, el cual publicaron en redes sociales. Finalmente, la Policía localizó a los implicados y recuperó la figura, aunque este acto dejó un sabor amargo en las celebraciones navideñas de la localidad.
Otro caso que generó gran indignación fue el del Belén de Benimaclet, en Valencia. En 2023, miembros de la cofradía responsable de su instalación tuvieron que recorrer 92 kilómetros para recuperar la figura del Niño Jesús, que había sido robada y posteriormente apareció en un festival de música. La figura fue hallada con daños visibles y, en algunas imágenes compartidas en redes sociales, aparecía con una botella de alcohol en las manos. Pese al «calvario» vivido por los responsables del Belén, lograron devolver al «Jesuset» a su lugar original después de un proceso de restauración.
Este tipo de actos, que en un principio podrían parecer bromas inocentes, también pone de manifiesto una falta de respeto hacia los símbolos del cristianismo, que en muchos casos parecen ser objeto de cierta persecución. Resulta llamativo que este tipo de comportamientos no se reproduzcan con la misma frecuencia hacia elementos representativos de otras creencias religiosas.