El núcleo duro de Ximo Puig se refugia en la última gran ciudad gobernada por el PSOE en Valencia

El 28 de mayo de 2023 significó uno de los peores días en la historia reciente del PSPV-PSOE. Tras ocho años al frente de la Generalitat Valenciana, el que por aquél entonces era su presidente, Ximo Puig, veía como, escaño a escaño, el Partido Popular sumaba un gran resultado en las elecciones autonómicas y que, junto a lo obtenido por Vox, sumaban mayoría absoluta y le dejaban fuera del Ejecutivo autonómico en cuestión de semanas.

En términos municipales la cosa no fue mucho mejor, puesto que los socialistas perdieron multitud de ayuntamientos en los que, bien en solitario o bien en coalición con otras formaciones, ostentaban el poder. Visto en perspectiva, no parece aventurado pensar que una vez asumida la derrota llegó el proceso de recolocación. El escrutinio no se lo puso fácil a Puig, pero pudo hacer algo similar a la cuadratura del círculo.

Actualmente, el exjefe del Consell es el embajadador de España ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con sede en París y con unas condiciones económicas nada desdeñables. El problema, después de dos legislaturas autonómicas caracterizadas por un numeroso bloque de altos cargos, residía en dónde instalarse algunos de estos una vez perdido el poder.

'Clan de Gandía'

Es en ese momento, según fuentes a las que ha tenido acceso El Debate, cuando entra en acción el denominado 'Clan de Gandía', el grupo de dirigentes socialistas que auparon al de Morella a la secretaría general de la federación del partido y al Palau de la Generalitat. La localidad costera valenciana no es casual. De hecho, es la única gran ciudad de la Comunidad en la que el PSPV pudo amarrar el bastón de mando.

Quizás, fruto de ello, sea que el núcleo duro de Puig haya podido tener acomodo institucional y salarial en dicha administración local. No es solo uno de sus más estrechos colaboradores, sino alguno más.

Por ejemplo, Alfred Boix, a quien fuentes del Partido Popular municipales califican como «el alcalde en la sombra». Durante la etapa del Botánico, fue secretario autonómico de Promoción Institucional en la Presidencia de la Generalitat Valenciana, un mérito que le ha llevado a ser el actual coordinador general de Alcaldía, Planificación y Estrategia de Ciudad en el Consistorio gandiense. Al menos, él es natural de Gandía, pero el resto del «‘clan’» proviene de la más nutrida geografía regional.

«Compañero de pupitre» de Puig

Así, Emilio Sampío también estuvo en la toma de decisiones en el equipo del que fuera líder de los socialistas valencianos. En concreto, fue nombrado subsecretario de Presidencia bajo el mandato de Puig, unas responsabilidades que ha cambiado por las de coordinador general del Área de Gobierno Interior, Seguridad y Proximidad. Además, los mismos confidentes aseguran que «lleva directamente varias concejalías y controla la dirección política de las mismas».

No es el único foráneo con suerte laboral tras el 28-M en la órbita del embajador de la OCDE. También la sigue gozando el vigente interventor general del Ayuntamiento de Gandía. Se llama Andreu Ferrer y mientras la izquierda gobernaba la Comunidad Valenciana fue secretario autonómico de Presidencia, es decir, de Ximo Puig, de quien, las fuentes del PP remarcan que fue «amigo íntimo y compañero de pupitre en Escolapios».

El último en esta terna de 'agraciados' es Josep Miquel Moya. A día de hoy, se dedica a las labores propias del cargo de coordinador general de Patrimonio Cultural y Memoria Democrática. Aseveran que «es de Compromís» y fue director general de Deportes en la época del tripartito.

Este periódico se ha intentado poner en contacto en numerosas ocasiones con responsables tanto del propio PSPV-PSOE como del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que dirige Diana Morant, para que dieran su parecer ante esta información. No obstante, no han cogido ninguna de las llamadas.