Alicante  Los productores de uva, a la espera de un repunte en Nochevieja para salvar una campaña «complicada»

En escasos días, millones de hogares y plazas públicas darán la bienvenida a lo largo de toda España a 2024 al son de las míticas campanadas, acompañándolas de las 12 uvas que, si no hay confusión con los cuartos y se sigue el ritmo, marcarán el inicio del nuevo año. De cara a ese momento, muchos ciudadanos ya han comprado los correspondientes racimos de esta fruta típica de la Navidad.

Una de las zonas del país donde más se cultiva uva es la del Vinalopó, en la provincia de Alicante. Allí tiene su sede la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó, que ha conseguido convertir sus productos en únicos en el mundo, A diferencia de otras uvas de mesa, esta crece bajo la protección de un bolso de papel al menos durante 60 días. Con esta técnica, los granos llegan al consumidor conservando todas sus propiedades.

Aún así, no todo es de color de rosas en el sector. La presidenta de la D.O.P., Beatriz Rocamora, espera que las ventas de uva experimenten un aumento de última hora con vistas a la última noche del año, ya que la de 2023 está siendo una campaña «complicada». Este contexto es consecuencia de dos factores, como son que durante estos meses esté habiendo «menos cosecha» por las «altas temperaturas» y también debido a las numerosas «plagas» que han afectado de manera continua a los cultivos.

36 millones de kilos

De hecho, la responsable de la Denominación de Origen Protegida apunta que el volumen de uva estará en el entorno «del 10 % por debajo» respecto a 2022. A pesar de que reconoce que la subida o bajada de los precios depende «de muchos factores», sí prevé que sigan al alza, ya que el descenso en la producción total se une a un «aumento de la demanda mayor de lo habitual». En términos globales, Rocamora calcula que la campaña termine con «36 millones de kilos» de Uva Embolsada del Vinalopó en el mercado, de los que «entre el 70 % o 75 %» se queda en España y el resto se exporta.

En este sentido, afirma que la D.O.P. no tiene «margen» para modificar o alterar el precio del producto ofrecido, algo de lo que tampoco goza el agricultor: «Lo único que necesita es percibir una renta justa conforme a sus costes de producción, aunque no suele ser habitual», lamenta la presidenta. A la par, indica que el hecho de que en varios casos no perciban una «remuneración justa» es debido a que en la cadena influyen «muchos ámbitos que se nos escapan».

Finalmente, Rocamora ensalza el valor de marca que tiene la Uva Embolsada del Vinalopó, puesto que es sinónimo de «garantía unívoca de origen» y de que «no hay ningún tipo de engaño ni de trampa» porque está «certificada con el sello de la Denominación de Origen». Este aspecto significa que se cultiva «bajo las exigencias del pliego de condiciones» y con «seguimiento y cumplimiento de controles». «Esa es la diferenciación y la capacidad que tiene el consumidor de tenerlo garantizado por muchos atributos», concluye la dirigente de la D.O.P.