Sucesos
Dos conductores ebrios siembran el pánico en la provincia de Alicante
Los detenidos, un conductor que circulaba por una zona peatonal de Elche y otra mujer que iba en sentido contrario por Torrevieja, se enfrentan a delitos por conducción temeraria y por estar bajo los efectos del alcohol
Dos conductores ebrios sembraron el pánico el pasado 15 de diciembre en la provincia de Alicante. Los detenidos, un conductor que circulaba de manera temeraria por una zona peatonal de Elche poniendo en peligro la vida de los peatones, y una mujer que conducía en sentido contrario por la N-332 a la altura de Torrevieja, se enfrentan a delitos por conducción temeraria y por estar bajo los efectos del alcohol.
Según ha informado el Ayuntamiento de Elche en un comunicado, una dotación de la Policía Local fue avisada de que un conductor había accedido con su coche al interior de la Plaza de la Fruta, una zona peatonal, y había iniciado una riña con los peatones que pasaban por allí en ese momento. Varios tuvieron que salir de la trayectoria del vehículo para no ser atropellados. Tras ese momento, un hombre golpeó con su mano el capó del coche al vérselo encima, por lo que el conductor se enzarzó en una riña con él y con otras personas que se acercaron en su auxilio.
Los agentes le dieron el alto de inmediato y, al acercarse al conductor, observaron que parecía estar bajo los efectos del alcohol. Al realizarle la prueba de alcoholemia dio positivo con un resultado de 0,70 mg/l.
Mujer que triplicaba la tasa de alcohol
Por otro lado, la Guardia Civil detuvo ese mismo día a una conductora de nacionalidad belga de 49 años que circulaba «de forma errática» por un tramo de la carretera N-332, a la altura del municipio alicantino de Torrevieja, y que llegó a invadir el sentido contrario de la vía chocando contra un vehículo estacionado.
En un momento determinado, el vehículo en cuestión tomó una salida con intención de incorporarse al casco urbano de la localidad, recorriendo unos 400 metros en sentido contrario, chocando finalmente contra un vehículo estacionado.
Antes de que pudiera abandonar el lugar de los hechos, la conductora y única ocupante del vehículo, fue retenida por testigos presentes en el lugar hasta la llegada de las patrullas.
La conductora fue sometida a las pruebas de detección alcohólica, registrando una tasa tres veces superior a la permitida. La detenida ya contaba con antecedentes relacionados con delitos contra la seguridad vial.
La Guardia Civil subraya que «gracias a la colaboración ciudadana, se evitó un probable siniestro vial de mayores consecuencias» y recuerda que el Código Penal establece, para el responsable de estos delitos, una pena que oscila entre seis meses y dos años de prisión, y la privación del derecho a conducir vehículos a motor o ciclomotores durante un período de uno a seis años.