Alicante La gallera liderada por un narco vuelve a organizar una pelea diez días después de la redada con 20 detenidos
El Ayuntamiento de Aspe ha decretado el cierre cautelar del local, ubicado a la entrada de la localidad
El Ayuntamiento de la localidad de Aspe (Alicante) ha decretado desde el sábado el cierre cautelar del local la Gallera El Chato, liderado presuntamente por el cabecilla de una banda narcotraficante aficionado a las peleas de gallos. Diez días después de detener a casi una veintena de hombres, concretamente el pasado 18 de enero, por organizar una batalla ilegal, habían vuelto a convocar otra competición de similares características para este sábado.
Las instalaciones pertenecen a El Chato, un conocido narcotraficante de la zona con numerosos antecedentes. Sin ir más lejos, hace ahora dos años, ingresó en prisión unos meses y ahora se encuentra a la espera de que se celebre el juicio, después de que la Policía Nacional, dentro de una macrooperación en varias provincias, diese con 12 kilos de cocaína en el chalé donde reside, situado a pocos metros de la gallera.
Los investigadores pusieron patas arriba la finca de este hombre, que no se encontraba en su domicilio cuando se produjeron los registros pero sí fue detenida su pareja y un familiar del presunto cabecilla, que portaba una escopeta cuando accedió la Policía. Horas más tarde, El Chato se acabó entregando.
Cierre del local
Según fuentes que han confirmado la información a El Debate, tras la intervención del pasado 18 de enero, se realizó un informe conjunto entre la Policía Nacional y la Policía Local para poder llevar a cabo esta medida cautelar del cierre que se ha trasladado a la Dirección Territorial de la Consejería de Gobernación de la Comunidad Valenciana, con dos días de alegaciones.
De hecho, en el informe consta que el local figura como sede de la Peña gallística Levante, inscrita en el Registro de Asociaciones de la Comunidad desde el 22 de diciembre de 2022. Se trata de una licencia similar a una asociación o peña de fútbol que se reúne, en privado, para ver partidos de fútbol.
En dicho informe se han podido esclarecer dos supuestos motivos para clausurar el local. El primero, es que se trata de un recinto en el que se estaba llevando a cabo una actividad, la de concurrencia de público, que no podía realizar al ser de carácter privado y no tener autorización para ello.
Asimismo, también se establece que hay actividad delictiva con la celebración de batallas de gallos clandestinas e ilegales al estar prohibidas.
En este sentido, en los archivos municipales no consta que el establecimiento cuente con licencia para espectáculo alguno, por lo que en este caso la actividad que se estaba desarrollando está prohibida por la legislación.