Castellón Condenado tras darle un botellazo en la cabeza a un menor de edad por ser gitano
Además del golpe, el penado y su acompañante amenazaron al chico con expresiones como «hay que exterminar a la raza gitana» , «fuera del pueblo» o «te voy a matar»
El Juzgado de lo Penal número 3 de Castellón ha condenado a un hombre por un delito de lesiones a un menor de edad, con la circunstancia agravante de haber actuado «movido por una animadversión a la etnia gitana», y a la mujer que le acompañaba, a quien no se le ha aplicado esa agravante de discriminación. Según han informado fuentes de la Fundación Secretariado Gitano (FSG), y según recoge la sentencia, los hechos se remontan al 31 de agosto de 2016, cuando el menor se encontraba con su primo en la terraza de un bar del municipio de Azuébar en el que estaba su familia.
En un momento dado, empezaron a recibir insultos por parte de un hombre que estaba sentado con una mujer en una de las mesas de la terraza. Cuando el menor preguntó por qué les insultaba, el hombre se levantó y le dio un botellazo en la cabeza, mientras le gritaba: «hay que exterminar a la raza gitana», «fuera del pueblo», «te voy a matar», «te voy a poner la gorra del revés». Cuando la madre del chico fue donde estaba su hijo e intentó taponar su herida y ayudarle, el hombre y la otra acusada seguían insultando y amenazándoles. El joven fue trasladado en ambulancia al hospital de Sagunto, en Valencia, por traumatismo craneal con herida inciso-contusa en la región frontal izquierda, cervicalgia y ansiedad.
Esta agresión ha supuesto, según la Fundación, «graves repercusiones para el joven y su familia, que han padecido miedo, ansiedad e inseguridad, factores añadidos al estrés que les ha supuesto los más de siete años de espera para obtener justicia». Asimismo, el colectivo denunció estos hechos ante la Fiscalía especializada en delitos de odio y discriminación de Castellón por un supuesto ilícito de lesiones de los artículos 147.1 y 148. 1º del Código Penal, ambos en los que concurría la circunstancia agravante del artículo 22.4 del Código Penal, por haberse cometido por la condición de gitano del joven agredido, por delito de odio.
No entrará en prisión
Además, la FSG decidió personarse en el procedimiento penal como acusación popular, por «tratarse de un caso grave y paradigmático de delito de odio antigitano, en el que además la Fiscalía ha coincidido en la calificación penal de la FSG, puesto que también pidió que se aplicará la agravante por racismo». En la sentencia condenatoria, que ha sido notificada a las partes ayer, se aprecian las atenuantes como son los de reparación inmediata del daño y de dilaciones indebidas, respectivamente.
Gracias a ello, la pena finalmente impuesta a ambos acusados será de dos años, quedando la entrada en prisión suspendida y condicionada al pago de 3.150 euros en concepto de responsabilidad civil a la víctima y, en el caso del principal acusado, a la realización de un curso de prevención de comportamientos violentos y a otro de igualdad de trato y no discriminación y diversidad. La víctima de este caso, que ha estado acompañado por la FSG, se ha manifestado al respecto: «Lo importante es que sirva para que ninguna otra persona sufra una agresión sólo por ser gitano».
Por su parte, la directora general de la FSG, Sara Giménez, ha destacado: «Después de más de siete años de espera, podemos celebrar al fin una sentencia condenatoria en este gravísimo caso de antigitanismo, en el que se reconoce el delito de lesiones aplicando la circunstancia agravante de racismo y una reparación adecuada para la familia».