Fuerzas Armadas  ¿Por qué la fragata F-105 Cristóbal Colón es la más potente de la Armada?

A la espera de las futuras fragatas inteligentes F-110, la F-105 Cristóbal Colón pasa en la actualidad por ser la más potente de la Armada. Estos días comienza su participación en la misión de la OTAN Noble Shield y realizará ejercicios navales por todo el Mediterráneo Central y Oriental, según ha informado el Ministerio de Defensa. La fragata ha relevado a la Almirante Juan de Borbón en la Agrupación Naval Permanente de la OTAN número 2 (SNMG2). La F-105 navega bajo control operativo nacional del Mando de Operaciones, junto a otros buques de países aliados.

La Cristóbal Colón dispone de una elevada capacidad de defensa y detección aérea fundamental para las fuerzas marítimas de reacción rápida de la OTAN. Su dotación está compuesta en este operativo por 227 hombres y mujeres, incluyendo un Equipo Operativo de Seguridad de Infantería de Marina y la Unidad Aérea Embarcada de un helicóptero SH-60B. Pero, ¿cuáles son las principales características que la convierten en uno de los buques españoles más efectivos?

Para empezar, hay que destacar que es la más moderna de España. Construida por Navantia, inició sus pruebas de mar internas el 12 de marzo de 2012, las pruebas definitivas, que incluyeron a personal de la Armada comenzaron el 25 de junio de 2012 y fue entregada a la Armada el 23 de octubre de 2012. Por ello, incorpora novedades y actualizaciones con respecto a las anteriores fragatas de la clase F-100. Cuenta cuenta con un sistema de combate Aegis (Aegis Combat System, ACS) y con un radar multifunción SPY-1D (V), dos de las más sofisticadas piezas de su engranaje tecnológico y armamentístico. Aegis es en esencia un sistema de armas naval desarrollado en Estados Unidos que permite operaciones simultáneas de guerra antiaérea, antisuperficie y antisubmarina. Cuenta asimismo con un sistema de lanzamiento vertical de misiles. En el caso de la fragata española, dispone de 48 celdas para SM-2 y ESSM. El pasado mayo de 2021 lideró las maniobras de la OTAN «At Sea Demonstration/Formidable Shield 2021», en las que efectuó con éxito un lanzamiento de misil Evolved Sea Sparrow Missile (ESSM) contra un blanco supersónico con altura roza-olas a casi tres veces la velocidad del sonido.

El primer barco con este sistema de combate fue el destructor de Estados Unidos USS Arleigh Burke (DDG-51), que el pasado mes de junio participó en un adiestramiento en aguas del Océano Atlántico con la fragata española Santa María. Los cuatro destructores de esta clase con base en Rota, pertenecientes a la Armada de Estados Unidos, tienen un papel clave en el escudo antimisiles de la OTAN.

Aegis está concebido originariamente como un sistema de misiles defensivos a bordo capaz de detectar e interceptar misiles lanzados desde el aire y el mar. Se denominó así como homenaje al escudo mágico utilizado por Zeus. Aegis fue diseñado para detectar múltiples misiles y aviones entrantes, rastreando continuamente sus movimientos y asignando a cada uno un valor de amenaza potencial.

Pero fue la introducción del MK-41 Vertical Launching System (VLS) en 1986 lo que permitió disparar a gran velocidad una gran cantidad de misiles diferentes, lanzando Tomahawks a objetivos terrestres, misiles estándar al aire y cohetes antisubmarinos a los barcos enemigos que acechan bajo el agua.

Durante la Operación Tormenta del Desierto, el crucero Bunker Hill, equipado con Aegis, asumió el control táctico de 26 buques de guerra y más de 300 aviones, dirigiendo ataques contra las fuerzas iraquíes y coordinando la intercepción de misiles enemigos. Los cruceros y destructores Aegis se utilizaron en Kosovo y durante la Operación Libertad Iraquí. Como dato llamativo, en 2008, Aegis interceptó un satélite errante construido en Estados Unidos con combustible tóxico a bordo.