Departamento de Seguridad Nacional
Rusia impulsa campañas para difundir una imagen distorsionada de la situación en Ceuta y Melilla
El Departamento de Seguridad Nacional ha situado la desinformación como la primera amenaza que afronta España. El informe del Foro Económico Mundial de 2024 sitúa la desinformación y la información errónea en el corto plazo (2 años vista) en el primer puesto (de 10) en el ranking de riesgos globales. Seguridad Nacional ha detectado un incremento de la difusión de campañas de desinformación, entendidas como «acciones llevadas a cabo por actores extranjeros, tanto de ámbito estatal como no estatal, con la intención de desestabilizar y polarizar a la sociedad y socavar su confianza en las instituciones. Las campañas de desinformación no deben confundirse con la información falsa (fake news) o con la errónea (misinformation)», precia el informe.
En el contexto de la guerra en Ucrania y del conflicto en la franja de Gaza, se ha detectado un aumento de las narrativas antioccidentales, antieuropeas y, también, antiespañolas en foros multilaterales, en particular en el seno de Naciones Unidas. Seguridad Nacional considera que Rusia se encuentra impulsando campañas de desinformación de manera «oportunista». En concreto, ha manipulado el apoyo de España a Ucrania para lanzar campañas de desinformación destinadas a introducir en el debate público dudas sobre la pertenencia de España a la OTAN.
En este sentido, se ha constatado que cualquier apoyo a Israel en el conflicto con Palestina ha sido utilizado por Rusia para proyectar a Occidente como un «colectivo que respalda acciones con fines imperialistas y neocolonialistas», con el objetivo de socavar la credibilidad de la UE y cuestionar la ayuda que se proporciona a Ucrania.
Con ese mismo objetivo, Moscú extrapola esa retórica antioccidental a países del «sur global» (especialmente en África y América Latina), «donde el Kremlin busca presentarse como un aliado fiable, desplazar la influencia occidental y aislar al bloque de la UE y países afines del resto de la comunidad internacional». En el caso de España, Rusia se centra en tratar de difundir una imagen distorsionada de la inmigración en el Mediterráneo y de la situación en Ceuta y Melilla. Debido a que las dos ciudades autónomas se encuentran en el punto de mira de la desinformación que proviene de Rusia, el Comité de Seguimiento de Seguridad Nacional ha tomado la decisión de elaborar un plan integral de seguridad de Ceuta y Melilla; y otro sobre la amenaza híbrida, que por cierto también se cierne sobre ambos territorios españoles.
Por si no fuera un panorama suficientemente complejo, los medios oficiales chinos y sus propagandistas en redes sociales en castellano «han amplificado muchas de las narrativas prorrusas, de tal forma que se ha producido una confluencia de los mensajes», basados fundamentalmente en expresar un rechazo a Estados Unidos y al orden internacional vigente. Se ha detectado en este sentido un incremento de visualizaciones y seguidores del ecosistema de propaganda chino en plataformas como YouTube.