Una de las fragatas españolas F-80 de la clase Santa María

Una de las fragatas españolas F-80 de la clase Santa MaríaKindelán

Armada española  Las fragatas F-80 Santa María, en el punto de mira de las innovadoras F-110 Bonifaz

La construcción de cinco fragatas de la clase Bonifaz F-110 avanza a buen ritmo en el astillero de El Ferrol de Navantia. Estas fragatas de construcción española incorporan innovadoras tecnologías que las convertirán en la joya de la corona de la Armada Española y están llamadas a sustituir a las fragatas de la clase Santa María F-80. Son fragatas que ya están cerca del fin de su vida operativa, pero se mantienen «en forma» y han sido sucesivamente modernizadas, lo que las convierte en unas fragatas de altas prestaciones, pese a su antigüedad. Son además versátiles, y su constante actualización garantiza la transición a las nuevas fragatas de la clase «Bonifaz».

Así son las fragatas Santa María

Así son las fragatas Santa MaríaKindelán

Así son las fragatas Santa María

Así son las fragatas Santa MaríaKindelán

Por poner un ejemplo, el pasado mes de septiembre la fragata Santa María (F-81) probó sus nuevos sistemas «Crow» y «Sentinel 2.0», previo a su despliegue en la operación Atalanta. El Crow es un sistema antidrón diseñado por Indra para detectar y neutralizar cualquier posible amenaza. Es capaz de detectar, analizar y neutralizar la amenaza en cuestión de segundos. El sistema es capaz de detectar, utilizando radares de alta resolución, UAS de pequeño tamaño a muy largas distancias. Por otra parte, Sentinel de Escribano es una estación de armas remotamente controlada que puede incorporar armas de calibre 5.56 mm, 7.62 mm y 12.7 mm. Es una plataforma giro estabilizada en dos ejes que cuenta con una gran precisión de tiro. Este es un caso reciente de actualización del buque con dos sistemas de última generación que dotan a la fragata de una indudable revitalización.

Las seis fragatas de la 41ª Escuadrilla se encuentran radicadas en la Base Naval de Rota, en la Bahía de Cádiz. Integradas en la 41ª Escuadrilla, fueron construidas en España desde mediados de los años 80 hasta principios de los 90. En un principio, como señala la Armada, el cometido que se preveía para las unidades de la clase «Santa María» era la escolta oceánica de grupos de combate y de buques mercantes en aguas abiertas, «donde la principal amenaza la constituía el submarino, aunque sin descartar aeronaves y buques de superficie». Hoy en día, subraya la Armada, los escenarios de las operaciones navales se han trasladado a las aguas litorales y en la protección del tráfico marítimo en puntos claves, como el Estrecho de Gibraltar o el Mar Rojo. «Este último cometido tiene en la actualidad especial importancia por la necesidad de garantizar la seguridad de nuestras rutas comerciales frente a la amenaza que supone el terrorismo internacional».

Las F-80 cuentan con un helicóptero SH-60B embarcado, que permite potenciar las capacidades de la fragata de guerra antisubmarina, de superficie, vigilancia marítima, salvamento y evacuación médica. Inicialmente, este helicóptero estaba concebido como un arma antisubmarina para ataque a submarinos nucleares a grandes distancias, según revela la Armada. El Sikorsky SH-60B «Seahawk» tiene capacidad de lanzamiento de misiles Penguin y torpedos, o alternativamente drones Scan Eagle.

La fragata Santa María es la primera fragata de la clase a la que da nombre, construida por la empresa nacional Bazán sobre diseño estadounidense (Oliver Hazard Perry) con la incorporación de equipos nacionales para lograr su adaptación a los requerimientos de la Armada, a la que se entrega en 1994.

armamento de la f-81 santa maría

  • Lanzador de misiles MK-13. Con capacidad para lanzamiento misiles Standard (antiaéro-antisuperficie) y Harpoon (antisuperficie).
  • Montaje Oto Melara 76/62 mm.
  • Dos montajes triples de tubos lanzatorpedos con capacidad para lanzamiento de torpedos MK-46 Mod. 2/5.
  • Dos montajes remotos Sentinel de 12,7 mm.
    ​​(Fuente: Armada)

Un esperado relevo

Las F-110 llegan empujando fuerte y ciertamente el esperado relevo de las F-80 supondrá un revulsivo para la Armada. Dispondrán, para empezar, de un espacio multimisión con sistema de carga de embarcaciones, un mástil integrado con innovadores sensores, la más avanzada tecnología de ciberseguridad o un gemelo digital único en su clase. El gemelo digital es un sistema de inteligencia artificial y ciberseguridad, desarrollado en Navantia. Permitirá conocer información del buque tanto a bordo como en tierra. Ofrecerá estrategias ante situaciones de amenazas, analizará modelos de comportamiento y diagnóstico de la plataforma y sus sistemas, permitirá la coordinación de la flota, etc.

El programa F-110, cuya orden de ejecución se firmó en 2019, establece la construcción de cinco fragatas, por importe de 4.325 millones de euros. La primera de ellas será entregada en 2027, según las estimaciones y las entregas se producirán a razón de una al año. En el programa trabajan 500 empresas de toda España, con un impacto de hasta 9.000 empleos, incluyendo los puestos de trabajo inducidos por la actividad económica generada.

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