Armada  La Armada sigue de cerca a una moderna fragata rusa que penetra en aguas españolas

La fragata Victoria (F-82) de la Armada española desarrolla una operación de vigilancia y disuasión en el mar de Alborán, en la que ha realizado un seguimiento a las unidades rusas que transitan por aguas de soberanía española. Un tránsito cada vez más frecuente y que se produce en un momento cada vez más complicado entre Rusia y los aliados de la OTAN. En este caso, uno de los buques localizados fue la fragata 456, Golovko, la primera y moderna fragata de la clase Gorshkov. Está preparada para efectuar ataques de largo alcance y guerra antisubmarina, y tiene capacidad para albergar misiles hipersónicos. Fue el 25 de diciembre de 2023, cuando esta fragata fue puesta en servicio en presencia del presidente ruso Vladímir Putin.

El tránsito de buques extranjeros, incluidos los rusos, por aguas internacionales y territoriales españolas está regulado por el derecho marítimo internacional, en concreto por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR).

Según esta convención, los buques de todas las naciones tienen derecho al denominado «paso inocente» por aguas territoriales, «mientras no sea perjudicial para la paz, el buen orden o la seguridad del Estado ribereño». Dicha Convención considera que el paso de un buque extranjero es perjudicial para la paz si efectúa cualquier amenaza o uso de la fuerza contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política del Estado ribereño, así como cualquier ejercicio o práctica con armas de cualquier clase. Pero también señala cualquier acto destinado a obtener información en perjuicio de la defensa o la seguridad del Estado en cuestión, así como la realización de actividades de investigación y, en general, cualquier acto dirigido a perturbar los sistemas de comunicaciones o cualesquiera otros servicios o instalaciones del Estado.

Este derecho permite a buques militares y civiles navegar por aguas de soberanía española sin necesidad de autorización explícita, siempre que cumplan con estas condiciones. El problema es que la proliferación de buques rusos en un contexto altamente inflamable como el que se vive en la actualidad extiende la sombra de la sospecha sobre las actividades de estos buques. Hay que recordar que la poderosa fragata Almirante Gorshkov y otros 40 buques rusos navegaron entre 2022 y 2024 frente a las costas de España y Portugal. Entre los buques detectados, según informó la CNN, hay numerosos buques de exploración científica lo que, en opinión de algunos especialistas, avala la tesis de la realización de mapeos de cables submarinos. Sea como sea, la Armada española mantiene una intensa labor de monitorización de estos buques, en coordinación con los países aliados por los que se produce el tránsito.

La fragata Victoria es la segunda fragata de la clase «Santa María» y se encuentra encuadrada orgánicamente en la 41ª Escuadrilla de Escoltas, con base en Rota. Una de sus principales misiones es la protección del tráfico marítimo en puntos focales, como el Estrecho de Gibraltar o el Mar Rojo. Su objetivo es garantizar la seguridad de las rutas comerciales frente a la amenaza que supone el terrorismo internacional.

Construida en el astillero de Navantia de Ferrol, fue entregada a la Armada en 1987. Tiene una eslora de 138 metros y más de 4.000 toneladas de desplazamiento y su dotación está formada por más de 200 efectivos. Está equipada con un potente armamento que incluye el lanzador de misiles MK-13, con capacidad para lanzamiento de misiles Standard (antiaéro-antisuperficie) y Harpoon (antisuperficie). Cuenta también con dos montajes triples de tubos lanzatorpedos con capacidad para lanzamiento de torpedos MK-46.

La fragata ha desempeñado numerosas misiones, entre las que destaca su presencia en el Grupo Expedicionario Dedalo, la operación 'Sophia' contra las redes de tráfico de personas, la misión Atalanta, o diferentes ejercicios y operaciones multinacionales.