Descubre las claves que hacen único al mejillón de Galicia, un tesoro del mar Atlántico
La calidad de las aguas de las rías gallegas, el trabajo de los bateeiros o la forma de cultivo son algunos de los aspectos que hacen que el mejillón gallego pueda acabar en las prestigiosas cocinas de chefs con Estrella Michelín
El mejillón gallego es un delicioso tesoro del Mar Atlántico que conquista los paladares de todo el mundo. Capaz de satisfacer todo los gustos, la versatilidad de este marisco permite prepararlos de manera diferente; desde el estilo clásico, mejillones al vapor, hasta los mejillones gratinados pasando por los mejillones en escabeche.
La calidad de las aguas de las rías gallegas, el trabajo de los bateeiros o la forma de cultivo son algunos de los aspectos que hacen que el mejillón gallego puedan acabar en las prestigiosas cocinas de chefs con Estrella Michelin.
Bondad del agua gallega
Las aguas de las rías gallegas son ricas en nutrientes y tienen una excelente calidad, lo que proporciona un entorno ideal para el crecimiento y desarrollo de los mejillones. Los mejillones de Galicia se alimentan de fitoplancton y otros organismos microscópicos presentes en el agua de las rías, lo que influye en el sabor fresco del mejillón y en su jugosa textura.
Las corrientes marinas y la influencia del océano Atlántico también contribuyen a la calidad del agua y al bienestar de los mejillones, así como el clima atlántico de Galicia, con temperaturas moderadas y abundante humedad, que crea un ambiente propicio para el cultivo de este marisco.
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) considera las rías gallegas como uno de los más importantes depósitos de fitoplancton del planeta. Sus especiales condiciones, las cálidas temperaturas de sus aguas y la elevada producción primaria, hacen de ellas un paraje inmejorable para el desarrollo de los mariscos.
La Comunidad Autónoma de Galicia cuenta aproximadamente con mil doscientos kilómetros de costa siendo las rías unos ecosistemas idóneos para el cultivo del mejillón.
El Mejillón de Galicia proviene de las bateas ubicadas en los polígonos de cultivo dentro de las rías de Vigo, Pontevedra, Arosa, Muros-Noia y Ares-Betanzos;
Cultivo cuidadoso
En medio de las enérgicas y gélidas aguas de las rías gallegas, las bateas son testigos de la bravura del mar. Los bateeiros, o productores de mejillones en batea, esperan pacientemente a que los mejillones alcancen el tamaño perfecto antes de sacarlos del agua y convertirlo en un manjar versátil. Más de 3.000 bateas se distribuyen a lo largo de las rías gallegas, representando pequeños minifundios marinos anclados en sus costas .
El trabajo de un bateeiro implica una serie de tareas meticulosas y exigentes: Recolectan las crías de mejillón, conocidas como «mejillas», desde las rocas o fondos marinos y las trasladan a las bateas. Esta tarea puede ser ardua y peligrosa, ya que a menudo implica trabajar en condiciones de mar revuelto.
Una vez en las bateas, los mejillones se aferran con fuerza a las cuerdas, mientras que los bateeiros realizan una labor heroica al capturar las crías de mejillón en las rocas más azotadas por las olas, para luego colocarlas con cuidado en estas sogas donde crecerán durante más de un año. El mejillón de Galicia consigue su talla comercial en unos 17 meses.
Los bateeiros deben monitorear regularmente las condiciones de las bateas y asegurarse de que los mejillones estén recibiendo suficiente alimento y estén protegidos de depredadores y enfermedades.
Cuando los mejillones alcanzan el tamaño adecuado para la cosecha, los bateeiros los recogen de las cuerdas o redes y los preparan para su venta. Esto puede incluir limpieza, clasificación por tamaño y embalaje para su transporte a los mercados locales o para su exportación.
Tradición milenaria
Los orígenes de la mitilicultura, o cría del mejillón raíces se remontan a 1945, cuando se diseñó la primera batea que fondeaba en la ría de Arosa.
La batea es un vivero flotante constituido por un entramado de madera de eucalipto, de forma más o menos rectangular, sobre el que se atan las cuerdas de mejillón. La batea se mantiene suspendida mediante un sistema de flotadores.
Las bateas han experimentado una notable evolución desde los primitivos flotadores de madera con redes de esparto hasta las sofisticadas estructuras actuales; aunque la esencia fundamental se ha mantenido inmutable.
Estos avances marcan una transformación en el legado histórico de la mitilicultura gallega, manteniendo sus raíces en la tradición marítima, pero adaptándose a los estándares de seguridad.
Distintivo DOP
En la actualidad, el Mejillón de Galicia ha obtenido la distinción de Denominación de Origen Protegida (DOP), lo que agrega un valor adicional al producto y garantiza la sostenibilidad del sector. Esto ha generado un impacto significativo en la promoción de inversiones en diversas áreas relacionadas con la transformación y comercialización del mejillón.
La relevancia del mejillón en la sociedad se evidencia a través de la gran cantidad de fiestas y celebraciones dedicados a este marisco, y en su introducción como ingrediente principal en los platos elaborados por chefs, de relevancia en nuestro país, que convierten a este bocado en un