Esta técnica gallega de albañilería de decoración entra en el censo de Patrimonio Cultural
El Diario Oficial de Galicia recoge su valor como patrimonio cultural inmaterial por representar un código de comunicación que revela «tradición e identidad»
El Diario Oficial de Galicia (DOG) recoge la inclusión del esgrafiado gallego en el censo del Patrimonio Cultural.
Esta técnica tradicional de albañilería es considerada una manifestación del patrimonio cultural inmaterial por representar un código de comunicación «complejo», que revela «una tradición y la continuidad de una identidad».
Código de comunicación complejo
Según recoge el DOG, se trata de una técnica tradicional de albañilería para la ejecución de las decoraciones sobre los morteros de cal, de una especial complejidad, resultante de la aplicación de una segunda tongada de revoco, en que se trazan dibujos con grafio, cuchillas o cucharín, se retira con raspado la capa superficial antes de su endurecimiento y queda al descubierto la tongada inferior, mostrando así diferente color y textura.
Los esgrafiados, así como el resto de decoraciones en cal, proliferan por todo el territorio de Galicia, pero lo hacen especialmente en las provincias de Lugo y Ourense.
Esto se explica por ser en estas áreas mayoritarias las construcciones en mampostería, frente a la menor presencia de sillar o cantería, por lo que se acomoda para el acabado del muro, con el fin de corregir irregularidades y dignificar las fachadas.
«Estamos delante de un código de comunicación complejo, que revela valores estéticos y sociales, una tradición y la continuidad de una identidad y, de manera muy evidente, señala relaciones con el paisaje, con el medio de las aldeas en el que se habita», remarcan en la publicación del DOG.
Para la Dirección General de Patrimonio Cultural, esta técnica conforma «uno de los ejemplos de técnicas, conocimientos y usos más relevantes de las formas de vida tradicional y la relación de las comunidades con el medio para la creación de su paisaje».
«El conocimiento del material y la habilidad de los procesos adecuados para su ejecución, poseen unas características propias y reconocibles, que conforman una estética singular de gran belleza», destacan en el DOG.