El aumento de ataques de lobo tensa a los ganaderos: «Somos la despensa de la ciudad y estamos cansados»

Los ataques de lobo en Galicia se han intensificado el último año. De las 2.800 reses muertas que se registraron en el periodo anterior, el número ha ascendido hasta las 3.300.

Esta cifra, ofrecida por la consejera de Medio Ambiente de la Xunta, Ángeles Vázquez, no sorprende a los ganaderos gallegos que están cansados de lo que consideran una defensa equivocada del lobo. «Ahora, además de caballos, corderos, vacas...ya hace tiempo que los ataques son también a los mastines», relata Eugenia a El Debate.

Esta ganadera de la zona norte de Lugo asegura que «si no se pone remedio» mucha gente «terminará aburriéndose y dejará su trabajo y sus aldeas». El problema está, según su criterio en que se cree que ellos no quieren a los animales y es todo lo contrario. «Nosotros cuidamos el campo y a nuestros animales y no tenemos intención de matar al lobo pero hay que controlarlo», subraya añadiendo que una medida podría ser mover a algunos animales a reservas vigiladas.

Eugenia recuerda que los ganaderos son «la despensa de las ciudades»: «Si nosotros cerramos a la ciudad también le irá mal», menciona. Esta ganadera apunta al problema añadido de los perros pastores a los que el lobo ataca en manada. Estos perros, mastines para la guarda y razas como el border collie para la guía del ganado requieren un gran trabajo a los ganaderos que tienen que acostumbrarles al trabajo, alimentarles, cuidarles y enseñarles. Con los ataques del lobo, muchas veces encuentran a sus perros heridos o muertos.

«No tienen descanso»

La consejera de Medio Ambiente declaró esta semana que los ganaderos gallegos, entre ellos los de Maceda, están «haciendo una labor muy importante» en el control del lobo. «Estos ganaderos no tienen descanso. Digo que no tienen descanso porque, a parte de la manutención y de los partos correspondientes, ahora toca también la vigilancia continuada del lobo», defendió.

Desde que en 2021 el lobo se incluyese en el listado español de especies protegidas, los ataques se están «incrementando sustancialmente». Si en todo el año pasado se registraron 2.800 reses muertas, a estas alturas de 2024 ya son 3.300 las afectadas por ataques de lobo. Desde 2021 se incrementaron un 72 % los avisos por ataques de lobo y un 52 % las muertes.

Tras la decisión de la Unión Europea de eliminar la máxima protección al lobo en el Comité de Berna, la conselleira recordó que es necesario que el Gobierno central español también tome este camino.

Mientras tanto, Galicia ha activado una línea de ayudas dotada con 5,6 millones para hacer frente al lobo, a través de medidas de prevención «lógicas» y de aportaciones en caso de reses muertas por ataques y pérdidas causadas por el lucro cesante.

«Desde hace 20 años el número de manadas se ha incrementado en un 38 %, pasando de 68 a 93 manadas controladas», declaró Vázquez que añadió que aunque «en el resto de Europa los lobos van a menos» en las comunidades del noroeste español «van a más». «A mi me toca salvaguardar la biodiversidad de Galicia, y en la biodiversidad es igual una vaca que un lobo», zanjó la consejera.