Varias personas en el lugar del descarrilamiento del Alvia durante un homenaje en el barrio de Angrois, Santiago de Compostela

Varias personas en el lugar del descarrilamiento del Alvia en el barrio de Angrois, Santiago de CompostelaEuropa Press

Cronología de una tragedia: ¿Qué ocurrió en el accidente del Alvia donde murieron 80 personas?

Once años después del accidente, el exdirector de Seguridad del ADIF y el maquinista han sido condenados a dos años y medios de cárcel

Ya han pasado 11 años de la tragedia de Angrois que conmocionó a Galicia. Era miércoles 24 de julio de 2013. Galicia se preparaba para la celebración de uno de los días más importantes de la comunidad gallega, el Día de Galicia, siendo Santiago de Compostela el epicentro de la celebración con las Fiestas del Apóstol.

Sin embargo, lo que prometía ser una jornada de alegría se transformó en una tragedia que marcaría para siempre la memoria colectiva de los gallegos. A las 20:39 horas, un accidente ferroviario cambiaría el curso de los acontecimientos.

El tren Alvia S-730 de la línea 150/15, se aproximaba a la estación de Santiago de Compostela a una velocidad de 199 km/h, cuando debía reducir considerablemente la velocidad. Francisco José Garzón, de 52 años, era el maquinista a cargo del convoy, compuesto por dos cabezas motoras, dos vagones técnicos, ocho de pasajeros y uno de cafetería.

En el momento de entrar en la fatídica curva de A Grandeira, en Angrois, donde la velocidad máxima permitida es de 80 km/h, el tren seguía circulando a 195 km/h. Garzón, quien en ese momento atendía una llamada a su teléfono móvil del interventor del tren, se percató del exceso de velocidad y activó el freno de emergencia, pero ya era demasiado tarde. Un minuto después, a las 20:41 horas, se produjo el desastre.

Cuando el tren comenzó a descarrilar, su velocidad era aún de 179 km/h. Un accidente que se saldó con 80 vidas y 114 personas heridas.

El impacto del accidente se sintió en de Santiago de Compostela y en toda Galicia, donde las celebraciones fueron inmediatamente suspendidas y se declaró luto oficial. Las imágenes y testimonios de aquel día permanecen imborrables en la memoria de todos los gallegos.

El mayor juicio de la historia de Galicia

El 26 de julio, dos días después del trágico accidente ferroviario, Francisco José Garzón, el maquinista, fue detenido. Tras su declaración, quedó en libertad con cargos, imputado por su presunta responsabilidad en el accidente ferroviario más grave en la historia de Galicia, lo que provocó una larga investigación para esclarecer las causas y determinar las responsabilidades.

El juez Luis Aláez fue el primero en instruir el caso. Inicialmente, imputó a varios responsables de seguridad, sin embargo, estos fueron posteriormente desimputados, centrándose la acusación en el maquinista. El 7 de octubre de 2015, la instrucción del caso se cerró con Francisco José Garzón como único imputado.

El caso tuvo un giro significativo el 1 de septiembre de 2017, cuando se reabrió la investigación. En esta ocasión, se imputó a Andrés Cortabitarte, quien era el director de seguridad en el momento del accidente.

El maquinista del tren Alvia accidentado en Angrois en 2013 que dejó 80 muertos, Francisco José Garzón

El maquinista del tren Alvia accidentado en Angrois en 2013 que dejó 80 muertos, Francisco José Garzón

El 5 de octubre de 2022, se inició el macrojuicio en la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela. Este juicio atrajo una gran atención mediática y pública debido a la magnitud del accidente y el número de víctimas. La Fiscalía solicitó cuatro años de prisión tanto para Francisco José Garzón como para Andrés Cortabitarte, basándose en las pruebas presentadas durante el juicio y las declaraciones de los testigos y expertos.

En 2023, comenzó la fase civil del juicio, en la que las víctimas tuvieron la oportunidad de declarar y diez años después del accidente, el juicio concluyó y quedó visto para sentencia.

Un año más tarde, se emitió la resolución final. Francisco José Garzón y Andrés Cortabitarte fueron condenados a dos años y medio de prisión por 79 homicidios y 143 lesiones imprudentes. Esta sentencia cerró un largo proceso judicial, el mayor de la historia de Galicia.

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