Esta es una de las iglesias más bonitas de España: una joya gallega con aires británicos
Construida con materiales locales como el granito y la pizarra, combina elementos de la arquitectura gallega con influencias modernistas
Galicia esconde en sus rincones menos transitados, turísticamente hablando, una arquitectura singular que sorprende por su majestuosidad y originalidad
Entre ellas destaca el Templo de la Veracruz en El Carballiño (Orense), una construcción que podría confundirse con una iglesia del Reino Unido, pero que en realidad es fruto del ingenio de uno de los arquitectos más emblemáticos de España, Antonio Palacios.
Un amalgama de estilos
En un pueblo de apenas trece mil habitantes, sorprende encontrar una edificación tan grandiosa como el Templo de la Veracruz.
Construido con materiales locales como el granito y la pizarra, su estilo es difícil de clasificar, al combinar una amplia variedad de formas arquitectónicas y escultóricas.
En él se observa la influencia de la arquitectura histórica de Galicia, con trazos de construcciones como: Pazos, catedrales, iglesias, o de los monasterios como los de Oseira y Melón.
El diseño original fue encargado en 1942 al arquitecto Antonio Palacios, conocido por sus emblemáticas obras en Madrid como el Palacio de Cibeles y el Círculo de Bellas Artes.
Aunque Palacios falleció poco después de presentar el proyecto, su visión fue interpretada y completada por el maestro cantero Adolfo Otero Landeiro y los ingenieros Marcelino Enriquez y Roberto de Agustina.
A lo largo de los años, la obra enfrentó numerosos contratiempos financieros, pero gracias a la perseverancia de sus impulsores, se concluyó en 1957.
Un templo con alma de resistencia
El Templo de la Veracruz no solo destaca por su arquitectura, sino también por la historia de su construcción. La idea de erigirlo surgió ante la necesidad de una iglesia más grande para los fieles de El Carballiño, ya que la Iglesia de San Cibrán resultaba insuficiente.
Fue el párroco Don Luciano Evaristo quien tomó la iniciativa de aprovechar un viaje de Antonio Palacios a Orense para encargarle el diseño del nuevo templo.
Tras la colocación de la primera piedra en 1943, las obras avanzaron con alguna dificultad. Las obras de la torre comenzaron en 1949, pero se detuvieron y se reanudaron en 1956, prolongándose hasta julio del año siguiente, cuando finalmente se completaron.
A pesar de que la torre aún estaba a medio terminar, el templo fue inaugurado oficialmente el 17 de septiembre de 1952, día de la festividad de San Cibrán, patrón de este pueblo gallego.
A finales de esa década, se comenzó la construcción del arco parabólico con las figuras de los Doce Apóstoles, obra del maestro cantero local, Xesús González.
El templo se terminó dos años más tarde, en julio de 1957, y tras superar innumerables dificultades financieras. Como consecuencia de esta tardanza, de los tres impulsores originales, solo Don Evaristo, el promotor del proyecto, vivió para verlo acabado.
El Templo de la Veracruz es mucho más que una iglesia. Es el resultado del sueño de una comunidad y la genialidad de un arquitecto visionario.