La basura se acumula ahora en Pontevedra: contenedores a rebosar y quejas de los trabajadores

Tras semanas de huelga de limpieza en La Coruña y la necesidad de decretar la emergencia sanitaria, el PP ha puesto el foco ahora en Pontevedra. La capital de provincia acumula basura en los contenedores ante la queja de los populares que instan al ayuntamiento socialista a tomar cartas en el asunto.

Los concejales y el portavoz municipal del Partido Popular de Pontevedra, Rafa Domínguez, recorrieron los contenedores del centro urbano y las parroquias de la ciudad para evidenciar «la falta de mantenimiento y la incapacidad del Gobierno local para cumplir los estándares de limpieza mínimamente exigibles en una capital de provincia».

El líder de la oposición reclamó que se acelerase el nuevo contrato de la recogida de la basura, que los responsables municipales se comprometieron a licitar en agosto de 2024 por última vez, después de varios intentos fallidos al crear «unas bases que no interesaban a ninguna empresa del sector».

Desde que se terminó la vigencia del contrato actual, aprobado antes de que Miguel Anxo Fernández Lores se erigiese como alcalde en 1999, el Ayuntamiento supera las ocho prórrogas del contrato, mientras la prestación del servicio se devalúa cada día.

«Pontevedra está sucia porque los trabajadores de la limpieza no tienen los medios ni los recursos necesarios para prestar un servicio de calidad. El BNG sale cada dos meses en prensa anunciando el mejor contrato de la basura de la historia y lo único cierto es que, cada vez que llegan los visitantes y las fiestas, se acentúa un problema de suciedad con el que convivimos los residentes durante todo el año», comentó Domínguez en rueda de prensa.

Los populares han recordado que, por ejemplo, los comerciantes tuvieron que limpiar las calles ellos mismos para acceder a sus negocios tras la celebración de la Batalla de las Flores, algo de lo que el consistorio pontevedrés debería haberse hecho cargo.

Por ello, el PP ha difundido imágenes de la situación de la ciudad y, especialmente, de contenedores de basura de Arzobispo Malvar, San Antoniño, Ponte Sampaio, Mourente, A Santiña, etc. en los que se acumulan bolsas de basura y otros restos que provocan «olores nauseabundos y una contaminación que altera la vida diaria de los pontevedreses del centro urbano, barrios y parroquias».

Además, los trabajadores de la empresa concesionaria han manifestado también su malestar y han denunciado el mal funcionamiento del servicio. Los empleados relacionan la falta de limpieza con la escasez de recursos y una maquinaria completamente obsoleta.

En este sentido, los sindicatos aseguran que la recogida de basura y la limpieza urbana en Pontevedra lleva más de 4.380 días de precariedad, con un cuadro de personal insuficiente y una maquinaria que no reúne las condiciones mínimas.

Por el momento, la situación de Pontevedra es muy distinta a la que alcanzó La Coruña este verano. Sin embargo, la oposición urge a una solución antes de llegar a ese punto.